En la antesala de 2024, el Banco de Guatemala (Banguat) se muestra “optimista” que la economía del país centroamericano logre un nuevo récord de remesas e inversión extranjera, a pesar de la profunda crisis política que vive actualmente.
Álvaro González Ricci, presidente del Banguat, participó este jueves en la exposición de las perspectivas económicas para 2024, organizada por la Cámara de Comercio e Industria Guatemalteco Mexicana (Camex). El evento sirve de termómetro de los principales indicadores económicos y sobre el entusiasmo empresarial.
Según los escenarios del banco central, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 3.5 %, una tasa que se encuentra por encima de las proyecciones publicadas recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que advierten de un 3.1 % para el próximo año después de un 3.4 % este 2023.
“Para las importaciones y exportaciones se proyecta una trayectoria que converge en un comportamiento histórico”, señaló González Ricci.
Remesas, el ancla de la economía
Banguat prevé que la economía guatemalteca se sostenga el próximo año nuevamente con el ingreso de más remesas familiares y que superen los $21,927 millones. Para 2023, la institución vaticina que las familias reciban un poco más de $20,000 millones, con una participación del 20 % del PIB.
Para el banco central, la crisis política no lastrará la inversión extranjera directa (IED), un capital que suele ausentarse cuando hay inestabilidad y choques de poderes. El Banguat estima que el próximo año se superen los $1,720 millones, la mejor cifra desde 2021 cuando se superaron los $3,400 millones.
Solo en el primer trimestre de 2023 –último dato disponible– se registró el ingreso de $394 millones de inversión extranjera, un 30 % de crecimiento respecto a los $303.9 millones del mismo período de 2022.
González Ricci aseguró que se trabaja en una “estrategia” para mantener el grado de inversión de Guatemala, que incluye medidas para brindar estabilidad macroeconómica, coordinación público-privada y apoyo de la banca multilateral.
El Indicador de Bonos Emergentes (EMBI) de Guatemala se colocó en 2.27 puntos el 20 de septiembre, el segundo más bajo de Centroamérica y solo superado por Panamá, que tiene 2.11 puntos.
El EMBI es un termómetro sobre qué tanta seguridad y capacidad de pago perciben los mercados de una economía emergente. El puntaje de Guatemala lo pone en una posición de ventaja frente a sus pares, incluso con El Salvador (que tiene 6.85 puntos) y Honduras (3.46).