Casi la mitad de los salvadoreños que envían remesas desde Estados Unidos cuenta con un estatus migratorio regular, de acuerdo con los resultados de la octava encuesta de población salvadoreña en ese país presentada por la Red de Investigadores del Banco Central de Reserva de El Salvador (REDIBACEN).
El estudio sitúa en 49.3 % a los remitentes con documentación en regla, mientras que, al considerar a toda la población salvadoreña encuestada —incluyan o no el envío de remesas—, el porcentaje de estatus regular asciende al 53.1 %.
El informe también revela que 4 de cada 5 salvadoreños residentes en Estados Unidos enviaron remesas durante 2023, una proporción que se mantiene estable frente a mediciones anteriores. El perfil promedio del remitente corresponde a una persona de 44 años, con ingresos mensuales cercanos a los $3,900 y un envío promedio por remesa de poco más de $410.
Además, se detecta un mayor uso de canales digitales para el envío de dinero, aunque las remesas en efectivo aún representan una fracción del total de solo 3.9 %.
Según la octava encuesta a salvadoreños en Estados Unidos, el 86.3% de los 1.5 millones de migrantes envían remesas a sus familiares en El Salvador. pic.twitter.com/Ucc55YU83M
— Banco Central de Reserva (@bcr_sv) December 4, 2025
La encuesta muestra, además, que el 14.5 % de los remitentes considera regresar a vivir a El Salvador en un plazo de cinco años o menos, un dato relevante para las proyecciones demográficas y en el marco de leyes aprobadas para impulsar la repatriación de bienes de salvadoreños en el exterior.
Peso de la migración en la economía
La migración continúa siendo un factor estructural, continúa explicando el BCR, para 2024, la población salvadoreña residente en Estados Unidos equivale a cerca del 26 % de la población total del país, según cifras de Naciones Unidas y del último censo nacional.
Las remesas familiares son uno de los pilares de la economía salvadoreña. En 2024 representaron alrededor del 24 % del PIB y, solo entre enero y octubre, superaron los $8,200 millones, con un crecimiento interanual de 18.2 %. De ese total, el 92.5 % provino de Estados Unidos, donde los envíos aumentaron más de 19 % frente al año anterior, en un contexto marcado por el temor a mayores deportaciones.
No obstante, el panorama a mediano plazo genera preocupación. El Banco Centroamericano de Integración Económica ha advertido que a partir de 2026 las políticas migratorias más restrictivas de Estados Unidos podrían comenzar a afectar directamente el flujo de remesas hacia la región, lo que pondría presión sobre el consumo, la estabilidad financiera y el crecimiento económico de países altamente dependientes de estos ingresos, como El Salvador.







