La Misión de la OEA destacó que la jornada electoral del 30 de noviembre en Honduras se desarrolló en un ambiente pacífico y con una notable asistencia a las urnas, tanto dentro como fuera del país. Según su informe preliminar, el civismo de los votantes marcó la tónica de la elección.
Durante el domingo, los observadores visitaron 780 Juntas Receptoras de Votos y 325 centros de votación en los 18 departamentos del país, cubriendo la apertura, la votación y el escrutinio preliminar. En general, el proceso avanzó con normalidad, aunque se reportaron incidentes aislados.
La misión señaló que en el municipio de San Antonio de Flores, en El Paraíso, no se instalaron mesas de votación, dejando sin sufragio a los ciudadanos registrados en esa localidad. La OEA pidió completar esa elección “a la brevedad”.
Uno de los señalamientos más delicados fue la denuncia de que algunos efectivos de las fuerzas armadas fotografiaron credenciales de observadores internacionales y, en el cierre de mesas, seis de ellos fueron impedidos de ingresar al escrutinio sin justificación legal.

La Misión, integrada por 101 observadores de 19 nacionalidades, permanecerá en Honduras para dar seguimiento a la etapa poselectoral y verificar el procesamiento y divulgación de los resultados oficiales que aún están en curso.
Entre sus recomendaciones urgentes, pidió al Consejo Nacional Electoral reforzar la comunicación pública, garantizar transparencia en cada fase del escrutinio y asegurar el resguardo de toda la documentación electoral, incluyendo actas y cuadernos de votación.
También instó al Tribunal de Justicia Electoral a retomar sus sesiones para dar certeza jurídica, y recomendó fortalecer la infraestructura tecnológica del CNE para evitar caídas de la página web, mejorar la ciberseguridad y garantizar un proceso transparente hasta la declaración final de resultados.






