El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dejó entrever este domingo la posible existencia de intereses políticos detrás de los disturbios que desde hace días mantienen en vilo a la provincia de Bocas del Toro.
Consultado por periodistas sobre si hay influencia política en la crisis, Mulino respondió tajantemente: “No lo dude, desde hace rato”. Sin embargo, evitó profundizar sobre los actores o motivaciones detrás de esta supuesta injerencia.
El mandatario también fue cauto al referirse al avance de las medidas adoptadas tras la declaración del Estado de Urgencia en la región. Señaló que las actualizaciones sobre la situación recaen en el Ministerio de Seguridad.
“No lo dude, desde hace rato”, respondió este domingo el presidente de Panamá, @JoseRaulMulino, al ser consultado sobre la posible existencia de una influencia política en la crisis que se registra en la provincia de Bocas del Toro.
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— Telemetro Reporta (@TReporta) June 22, 2025
“El ministro de Seguridad es el que se encarga de eso todos los días, del reporte. La verdad es que me dan informes, pero yo prefiero que sean ellos que están allá los que nos informen al país de la situación, pero va mejorando”, afirmó Mulino.
Desde hace más de una semana, Bocas del Toro ha sido escenario de protestas, bloqueos y enfrentamientos, en un contexto de demandas sociales aún no esclarecidas del todo. La declaración del Estado de Urgencia permitió el despliegue de fuerzas de seguridad y la suspensión temporal de ciertas garantías constitucionales.
La insinuación presidencial sobre una posible instrumentalización política de las protestas añade una nueva capa de complejidad al conflicto, mientras el país espera respuestas claras y una solución sostenible a la crisis que golpea a una de las provincias más vulnerables del país.