Rusia acusó este jueves a Estados Unidos de intentar sacar del poder al dictador nicaragüense Daniel Ortega y aseguró que continuará reforzando su “alianza estratégica” con el régimen de Managua, según María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
“La cooperación rusa-nicaragüense ostenta carácter estratégico y abarca todos los derroteros de interés común. Entretanto, estamos firmemente solidarios con Nicaragua que se somete a una injerencia manifiesta y descarada en sus asuntos interiores, presión y medidas restrictivas ilegítimas aplicadas por el Occidente colectivo. Su obvio objetivo es sacar del poder al Gobierno sandinista encabezado por el Presidente Daniel Ortega que implementa un rumbo independiente”, dijo Zajárova en conferencia de prensa.
Según la portavoz rusa, “no se toma en cuenta en absoluto que tales acciones perjudican a este país de política estable y economía exitosa, que se encuentra en la región centroamericana ya turbulenta”.
“Allí, cualquiera desestabilización podría agravar los serios problemas vinculados con el aumento de flujos migratorios, el fortalecimiento de las posiciones del crimen organizado, el incremento del narcotráfico, así como la creación de otro foco de tensión en América Latina”, señaló Zarájova.
La portavoz aseguró que por parte de Rusia “seguiremos ayudando de manera abarcadora a los nicaragüenses a reivindicar el derecho al desarrollo soberano e independiente”.
“Continuaremos reforzando la asociación estratégica entre Rusia y Nicaragua, poner en práctica los proyectos de cooperación de orientación social que buscan mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos de nuestra amiga Nicaragua”, subrayó.
El gobierno de Vladimir Putin aprobó el pasado 2 de diciembre un proyecto de acuerdo intergubernamental para fortalecer la cooperación militar con el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
El proyecto estipula que la cooperación incluirá el intercambio de información y opiniones sobre asuntos militares de interés mutuo, así como la coordinación de esfuerzos “para enfrentar conjuntamente retos y amenazas a la seguridad y estabilidad global y regional”.
La dictadura de Ortega ha sido un aliado incondicional de Rusia y ha aplaudido la invasión rusa a Ucrania, además que reconoce a los territorios separatistas de Georgia y Ucrania que el Kremlin ha declarado como “independientes” aunque dependen totalmente de Moscú.