El vicecanciller de Taiwán, Chung-Kwang Tien, resaltó el buen momento que viven las relaciones diplomáticas y comerciales entre su país y Guatemala, uno de sus socios más importantes, e insistió en los planes de reforzar los lazos entre las 2 naciones que han basado sus nexos en la democracia y los respetos a las libertades.
Tien, en un encuentro con periodistas, sostuvo que el futuro de cooperación es duradero y se estrechará.
La República de China (Taiwán), uno de los milagros asiáticos por su prosperidad y grado de libertad a nivel mundial, mantiene relaciones con Guatemala, el país más poblado de Centroamérica, desde hace décadas y son importantes socios diplomáticos, comerciales y de prosperidad mutua.
“Tenemos un vínculo muy fuerte entre Taiwán y Guatemala y mantendremos una relación muy estrecha en el futuro”, dijo el vicecanciller.
Guatemala ha demostrado por lustros su apoyo a la causa de independencia y democracia de Taiwán y ha sido uno de los socios que ha impulsado la participación del país asiático en diferentes foros mundiales, convencido de los beneficios que estos tendrían de conocer de cerca las experiencias y desarrollos científicos, económicos y sociales que tiene una nación que es admirada a nivel mundial.
La República Popular China, que considera a Taiwán una “provincia rebelde”, ha tratado de aislar a la nación por medio de presiones internacionales y la “diplomacia del dólar” (ofrecer enormes cantidades de dinero a cambio de aliarse con ese país). Sin embargo, los vínculos con sus socios, como Guatemala, se han mantenido sólidos.
La República de China Taiwán es reconocida diplomáticamente por 12 países, sin embargo la nación asiática mantiene presencia comercial y cultural en 111 naciones.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, quien asumió el Ejecutivo hace 6 meses, ha insistido en mantener las relaciones con Taiwán, porque lo reconoce como un socio estratégico que comparte las visiones del mundo libre.
Tien habló sobre la arremetida de China y la comparó con el síndrome del elefante blanco, pues promete proyectos que a menudo sufren serios retrasos y no no benefician a las comunidades y que, a la postre, terminan convirtiéndose en problemas para esas naciones.
Agregó que tomará algún tiempo para que antiguos socios de Taiwán, como Honduras, comprendan plenamente las consecuencias de romper relaciones diplomáticas con la isla asiática para decantarse por las promesas de China.
Como ejemplo, están los problemas económicos que afrontan sectores privados que mantenían un fluido e intenso comercio con Taiwán y que ahora lo miran estancado porque los “cuentos chinos” comerciales no pasan de eso, de ofrecimientos.