Al menos ocho personas murieron la noche del lunes en Honduras tras ser atacadas a tiros, presuntamente por un conflicto de tierras entre familias en una zona montañosa, informó la policía.
“Las víctimas son seis hombres, una mujer y un menor de edad, que se transportaban en un vehículo […] cuando fueron atacados a tiros por desconocidos”, dijo el portavoz de la Policía Nacional, Edgardo Barahona.
El ataque se registró en la comunidad de El Portillo de las Moras, una zona montañosa del departamento de Comayagua, unos 70 km al norte de Tegucigalpa.
“Les quitaron la vida de forma instantánea”, indicó el oficial.
El portavoz de la Policía en Comayagua, Norman Velásquez, aseguró a medios locales que “se presume que (las muertes) podrían ser por problemas de tierras” entre familias “dueñas de diferentes fincas”.
La presidenta Xiomara Castro, por medio de redes sociales, dijo “Secretaría de Seguridad: No es posible que estemos bajo ataque del crimen organizado en constantes masacres y feminicidios, entre otros. ¡Exijo contundentes acciones y resultados en las próximas 72 horas! ¡Se terminó el tiempo de espera!”.
“Se están realizando más investigaciones para tener respuestas contundentes”, prometió.
Por redes sociales circularon fotografías de los cuerpos ensangrentados en un vehículo.
El sábado en Comayaguela, ciudad que junto a Tegucigalpa conforma la capital, siete personas murieron en un ataque con armas de fuego contra una vivienda habitada por varias familias, en una aparente disputa relacionada con drogas, según la Policía.
El estatal comisionado de Derechos Humanos dijo en un informe que con la del sábado se habían registrado ocho asesinatos múltiples con saldo de 30 muertos en lo que va del 2023.
En Honduras rige desde el 6 de diciembre pasado un estado “excepción” para enfrentar a las temibles pandillas Salvatrucha y Barrio 18, el cual después de dos prórrogas abarca a 123 de los 298 municipios que tiene el país.
En un informe presentado el primer día del año, la Secretaría de Seguridad señaló que Honduras cerró 2022 con una tasa de homicidios de 35,79 por cada 100,000 habitantes, la más baja en 16 años en uno de los países más violentos del mundo.