El servicio de energía eléctrica fue restablecido parcialmente en Santa María de Jesús, Sacatepéquez, uno de los municipios más afectados por la serie de sismos iniciada el pasado 8 de julio. El gobierno confirmó que el trabajo coordinado entre instituciones permitió reactivar el suministro al filo de la medianoche del jueves, beneficiando a varias comunidades que permanecían sin luz.
La restitución del servicio permite que el 40 % de los pozos de agua del municipio comiencen a operar nuevamente, de acuerdo con autoridades locales. Sin embargo, el abastecimiento de agua potable sigue siendo uno de los principales desafíos. La escasez se mantiene en la mayoría de viviendas, mientras equipos técnicos evalúan daños en la infraestructura y buscan soluciones de corto y mediano plazo.
La situación humanitaria en Santa María de Jesús, a 43 kilómetros de la capital, continúa crítica. Las vías de acceso al municipio siguen bloqueadas por derrumbes y socavones, lo que mantiene incomunicada a la población. Las autoridades estiman que la rehabilitación completa de las carreteras podría tardar entre 3 y 6 meses, mientras persisten réplicas sísmicas que agravan el riesgo de nuevos deslizamientos.
¡Al servicio de la población! 💪💡 El @Ejercito_GT en coordinación con @ConredGuatemala, apoyó en Santa María de Jesús, Sacatepéquez para reestablecer el servicio de energía. pic.twitter.com/4X2yQiW8mK
— Gobierno de Guatemala 🇬🇹 (@GuatemalaGob) July 11, 2025
Además de la falta de agua, más de 500 viviendas presentan daños estructurales, 145 de ellas con afectaciones severas. Edificios históricos como el Templo del Calvario colapsaron, y la iglesia parroquial sufrió daños importantes. Los vecinos también reportan escasez de alimentos, lo que ha obligado a muchas familias a organizar refugios improvisados en terrenos abiertos, alejados de las construcciones dañadas.
El impacto humano sigue siendo alto. Hasta el 10 de julio, se reportaban 7 personas fallecidas a nivel nacional, cuatro de ellas en Santa María de Jesús, además de más de 2,000 personas afectadas. Las condiciones en los albergues son limitadas, y algunos vecinos optan por permanecer al aire libre por temor a nuevos colapsos.

En respuesta, el gobierno mantiene el envío de víveres por vía aérea y ha reforzado el despliegue de maquinaria para despejar rutas. La Policía ha incrementado la seguridad en el área tras denuncias de robos y agresiones en medio de la emergencia.
Aunque la reactivación parcial de la electricidad representa un avance, las autoridades locales y comunitarias coinciden en que la prioridad inmediata es resolver el problema del agua y garantizar la asistencia continua a las familias afectadas. La situación sigue bajo monitoreo permanente, mientras el municipio enfrenta una recuperación que podría extenderse por varios meses.