Presidenta del Tribunal Electoral de Guatemala teme represalias del Ministerio Público y advierte “tiempos difíciles”

Blanca Alfaro advirtió que los magistrados temen ser arrestados por el Ministerio Público, en medio de nuevos allanamientos por el caso “Corrupción Semilla” y una creciente presión institucional contra el TSE.

Blanca Alfaro, presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, durante el allanamiento del Ministerio Público.

En medio de nuevos allanamientos realizados por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE), la presidenta en funciones del órgano electoral, Blanca Alfaro, reconoció públicamente las dificultades que enfrenta la institución.

“Como TSE, estamos pasando momentos difíciles, pero todo termina y, en el nombre de Dios, esto también está terminando”, declaró Alfaro ante los medios, mientras acompañaba a Angelita Carolina Martínez Rodas, trabajadora del TSE detenida por el delito de abuso de autoridad en forma continuada. Martínez fue trasladada a la Torre de Tribunales tras el operativo encabezado por la FECI, en el marco del caso “Corrupción Semilla”.

Las diligencias iniciadas desde tempranas horas incluyeron allanamientos, inspecciones y el secuestro de evidencia, especialmente en la Dirección de Recursos Humanos del TSE, así como en inmuebles ubicados en la zona 3 de la capital.

Durante su pronunciamiento, Alfaro reflexionó sobre el impacto institucional y político de estos procesos. “Nos vamos muy pronto, en marzo de 2026. Quedan apenas 39 semanas”, afirmó, aludiendo al fin del actual período de magistrados. Agregó que espera que estos momentos sean parte de la historia que las futuras generaciones conozcan para no repetir errores, sino para impulsar cambios.

Llamado a la clase política

La presidenta del TSE también hizo un llamado a la clase política y a quienes buscan ejercer cargos públicos. “Lo hacen para servir al país, no para tener problemas. Ninguno de nosotros estaba preparado para esto”, expresó, advirtiendo que las consecuencias podrían afectar no solo el proceso electoral de 2027, sino la confianza en la democracia a largo plazo.

Alfaro lamentó el ambiente de polarización en el país: “Nos estamos tratando como enemigos. No lo somos. Somos un país que quiere paz”. Además, manifestó su preocupación por un posible desinterés ciudadano que podría debilitar la participación electoral y a los partidos políticos en los próximos comicios.

Finalmente, instó a la clase política a consolidar la democracia: “Esta democracia ha sido fruto de lucha, de conquista, de hombres y mujeres que muchas veces han pagado con su vida por defender a su patria”.

El TSE continúa en el centro del escrutinio, mientras avanza la investigación judicial relacionada con el caso “Corrupción Semilla”.

 

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