Durante una excursión de pesca deportiva en Tortuguero, en el caribe de Costa Rica, un grupo de pescadores se topó con un hallazgo sorprendente: un tiburón nodriza de color naranja brillante. El espécimen, de dos metros de longitud, fue fotografiado y liberado de inmediato, pero las imágenes permitieron a científicos documentar lo que consideran un caso único en el mundo marino.
El hallazgo se produjo en agosto de 2024, a unos 37 metros de profundidad frente al Parque Nacional Tortuguero, en la provincia de Limón, un área reconocida por su riqueza en biodiversidad. Los pescadores Garvin Watson y Pablo Solano, en un tour organizado por la empresa Parismina Domus Dei, quedaron sorprendidos al ver cómo del agua emergía un tiburón con piel naranja luminosa y ojos completamente blancos. Las imágenes del tiburón fueron divulgadas en Facebook.
Según el estudio publicado en la revista científica Marine Biodiversity, el tiburón presenta xanthismo, una condición genética que reduce los pigmentos oscuros y resalta tonalidades amarillas o anaranjadas. Lo extraordinario es que también muestra signos de albinismo, caracterizado por la falta de melanina, lo que explica sus ojos pálidos y sin iris visibles. La combinación de ambas condiciones es considerada prácticamente inexistente en la naturaleza.
Normalmente, los tiburones nodriza tienen piel marrón y ojos oscuros, lo que les permite camuflarse en el fondo marino mientras cazan. Sin embargo, este ejemplar luce como un “pez koi gigante”, según describieron los científicos, algo que rompe por completo con su patrón natural de camuflaje. A pesar de ello, los expertos señalan que no parece haber afectado su supervivencia, ya que alcanzó la edad adulta y más de seis pies de longitud.
El descubrimiento plantea interrogantes sobre los factores que influyen en estas alteraciones genéticas. Aunque el xanthismo se ha registrado en peces como guppies, cíclidos y goldfish, así como en aves como loros y canarios, nunca se había documentado en conjunto con albinismo en tiburones. Los investigadores sugieren que además de la genética, aspectos como endogamia, estrés ambiental, altas temperaturas y desequilibrios hormonales podrían jugar un papel en estas mutaciones.
“Un hecho único en la historia marina que deja sorprendidos a biólogos, pescadores y amantes del océano”, celebró la empresa Parismina Domus Dei en sus redes sociales. El hallazgo ya ha despertado el interés de la comunidad científica internacional y refuerza a Costa Rica como uno de los destinos más importantes para el estudio de la biodiversidad marina.