En Guatemala, las autoridades penitenciarias demolieron nuevamente una serie de “apartamentos” construidos de forma clandestina dentro del Centro de Restauración Constitucional Pavoncito. La infraestructura, atribuida a reos de la Mara Salvatrucha, fue hallada en el mismo sector donde meses atrás ya se habían derribado edificaciones similares.
Las autoridades confirmaron que se trataba de estructuras de hasta tres niveles, presumiblemente destinadas a cabecillas de la pandilla recluidos en ese penal. Según un investigador del caso, los materiales de construcción ingresaron al centro carcelario en camiones “con autorización”, lo que abrió dudas sobre una posible complicidad interna.
El director del Sistema Penitenciario, Jorge Guillermo López Dellachiessa, presentó una denuncia ante el Ministerio Público para que se investiguen los hechos y se determine quién permitió, o facilitó, la construcción ilegal. Además, se ordenó iniciar procesos administrativos dentro de la institución.
Este no es un caso aislado. En noviembre de 2024 se había descubierto otra zona de apartamentos de lujo en Pavoncito, utilizada por integrantes del Consejo de los Nueve de la MS. Esas edificaciones fueron demolidas en abril de 2025, pero la aparición de una nueva estructura deja al descubierto fallas persistentes en el control carcelario.
Un amplio operativo se realizó hoy en el Centro de Detención Preventiva “Pavoncito”, Fraijanes, por parte de agentes del Grupo Élite del @_SPGuatemala y agentes de la @PNCdeGuatemala para retomar el control y frenar la coordinación de actividades criminales desde el penal. pic.twitter.com/46pbrKhrSG
— MinGob (@mingobguate) November 17, 2025
El episodio ocurre en un momento en que el Sistema Penitenciario arrastra una crisis institucional. En menos de siete meses, Guatemala ha tenido tres directores penitenciarios. Uno de ellos, Ludin Astolfo Godínez, está prófugo tras la fuga de 20 cabecillas del Barrio 18 en Fraijanes 2, junto con el exministro de Gobernación Francisco Jiménez y una exviceministra.
Las autoridades aseguran que intensificarán las inspecciones y reforzarán la disciplina en los centros de detención. Pero expertos en seguridad advierten que, sin reformas profundas, las estructuras criminales seguirán encontrando espacios para operar dentro de los penales.
Mientras tanto, el Ministerio Público deberá determinar quién permitió que la MS volviera a levantar viviendas dentro de Pavoncito, un penal que se ha convertido en un termómetro del control —o la ausencia del mismo— del Estado guatemalteco sobre sus cárceles.







