La Sala Quinta de la Corte de Apelaciones de Quetzaltenango resolvió este martes declarar en rebeldía y girar una orden de captura internacional contra Lilian Virginia Laparra Rivas, exjefa de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) en la sede regional de Occidente. La medida fue solicitada por el Ministerio Público y avalada por los magistrados, pese a que Laparra se encuentra en el exilio desde hace meses, denunciando persecución política.
Ante la resolución judicial, Virginia Laparra emitió una carta pública desde el extranjero, en la que calificó la orden como “una confirmación del colapso del sistema de justicia en Guatemala” y como un nuevo episodio de represalia en su contra por su trabajo como fiscal anticorrupción.
“Desde el exilio, levanto una vez más mi voz ante la reciente orden de detención girada en mi contra. Esta medida reafirma que mi decisión de buscar resguardo fuera del país fue necesaria para preservar mi libertad y mi vida”, escribió Laparra en su comunicado.
La exfiscal, que lideró investigaciones sobre redes de corrupción vinculadas a altos funcionarios durante su tiempo en la FECI, aseguró que el aparato judicial actúa hoy “con absoluta arbitrariedad”, bajo el control de “intereses corruptos” que, según ella, han secuestrado las instituciones del Estado.
En su carta, Laparra denunció haber sido blanco de una campaña de criminalización, aislamiento y difamación durante dos años, como parte de un esfuerzo por deslegitimar su labor como funcionaria pública.
SOLICITAN CAPTURA INTERNACIONAL DE LILIAN LAPARRA | Esto expresa la parte acusadora este jueves durante una audiencia en la Sala de Vistas de la Sala Quinta de la Corte de Apelaciones de Quetzaltenango. Lilian Virginia Laparra Rivas, exjefa de la FECI, sede Quetzaltenango, se… pic.twitter.com/doc9XogtKN
— La Voz de Xela (@lavozdexela) June 5, 2025
“No me arrepiento de nada. Actué conforme a la ley, a la ética y a mi conciencia. Fue lo correcto, y lo sigue siendo”, enfatizó.
En su momento, Laparra declaró que se vio obligada a exiliarse para “salvaguardar su vida”. La exfiscal se encontraba bajo arresto domiciliario y tenía prohibido abandonar el territorio guatemalteco.
Además, la exfiscal hizo un llamado de solidaridad hacia otros exfiscales, jueces y excolaboradores de la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que enfrentan procesos judiciales o se encuentran también en el exilio. Nombró a varias personas privadas de libertad que, a su juicio, son “presas por razones políticas”.
El caso de Virginia Laparra ha generado reacciones divididas tanto en el ámbito nacional como internacional. Organismos de derechos humanos y sectores de la sociedad civil han advertido sobre una regresión en la lucha contra la corrupción en Guatemala y una creciente instrumentalización del sistema judicial contra operadores de justicia que participaron en investigaciones emblemáticas.
En su mensaje final, Laparra reafirmó su compromiso con la justicia y expresó su esperanza en un futuro cambio:
“La verdad está de mi lado. Y desde el exilio, lo reitero con firmeza: eso, jamás podrán arrebatármelo. […] ¡Florecerás, Guatemala!”