Nuevas infecciones y mortalidad por VIH/sida bajan significativamente en Centroamérica

La región lleva una delantera en comparación al resto de América Latina y el Caribe, según ONUSIDA. La respuesta integral a todo nivel está marcando esa diferencia.

Centroamérica logró importantes avances en los esfuerzos por buscar que la pandemia del VIH/sida deje de ser un problema de salud pública para el año 2030 y de acuerdo a cifras de ONUSIDA, la región logró una reducción de nuevas infecciones de un 10 % y de un 40 % en los índices de mortalidad, ambas cifras desde 2010.

La clave en estos impactos, que sobresalen en Latinoamérica y el Caribe (donde en el mismo período hubo un incremento de 8 % en nuevas infecciones), es una respuesta integral, de acuerdo a Yacid Estrada, asesor regional senior para ciencia, servicios y sistemas de ONUSIDA. 

“Centroamérica lleva una delantera, hay desarrollos significativos en relación a la mortalidad. Es por los mecanismos de articulación (en los abordajes). Todos lo están haciendo bien”, explicó.

Para la entidad, un programa de las Naciones Unidas para coordinar las actividades a nivel global en la lucha contra la enfermedad, el gran objetivo es que en 7 años se haya logrado que el VIH/sida no incida como un grave problema sanitario.

La meta, aunque suena ambiciosa, es alcanzable, según Estrada.

“Se puede lograr si mantenemos el camino”, agregó.

Los esfuerzos, sin embargo, se vieron disminuidos en 2020 con el COVID-19, porque todos los países, sin excepción, enfocaron sus esfuerzos sanitarios a la emergencia de una enfermedad altamente mortífera y que paralizó al mundo.

Muchos de los presupuestos ya ofrecidos a la prevención y atención de esta enfermedad fueron reorientados.

Aunque, dijo, los recursos no son “tan altos como quisiéramos”, han logrado avances.

“La pandemia del COVID-19 redujo las capacidades de respuesta, es entendible”, agregó.

La estigmatización, otra muralla

Después de 4 décadas desde el aparecimiento del primer caso de VIH/sida, de notables avances en la atención y prevención de la enfermedad, de muchos caminos recorridos, cuando casi se ha “universalizado” el tratamiento médico para pacientes afectados  y hasta hay pruebas caseras para su detección, la estigmatización sigue siendo un enorme problema.

Rechazo, discriminación, marginación y otros son las respuestas de las sociedades a quienes han contraido el virus.

“Combatir ahora más que nunca el estigma de la discriminación. Es la barrera más grande que tenemos, seguimos estigmatizando y discriminando a las personas más afectadas viviendo con VIH/sida”, explicó Luisa Cabal, directora regional ONUSIDA para América Latina y el Caribe.

En los esfuerzos la organización ha logrado que agentes de cambio se integren a trabajar por el bien de las comunidades. Estos son miembros de la sociedad que conocen y conviven a diario en sus núcleos sociales, que saben de sus costumbres, que conocen sus temores, sus hábitos, por lo que les resulta más fácil trabajar con los pacientes, sus familias, tanto en información sobre cómo atender a alguien que se contagia, como a su círculo. También en la prevención.

El camino al 2030 en la región

Estos son los principales datos por país en Centroamérica

Costa Rica

El Salvador

Guatemala

Nicaragua

Honduras

Panamá

Belice

Los datos de casos: El Salvador, 20,000; Guatemala, 46,600; Honduras, 41,167,; Nicaragua, 10,623; Costa Rica, 17,000; Panamá, 20,00

 

 

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