El terror político en Nicaragua sigue su rumbo sin frenos: este fin de semana se reportó una nueva oleada de al menos 12 detenidos y más de 8 desapariciones, luego de que patrullas de la policía de la dictadura sandinista allanara las casas y oficinas de al menos 22 personas.
“En dicho operativo, se ha registrado la detención de algunos activistas, académicos e inclusive periodistas”, anunció en redes sociales el observatorio Alerta Libertad de Prensa en Nicaragua, luego de confirmarse la detención y desaparición del periodista Leo Catalino Cárcamo, quien reside en la occidental ciudad de León.
“Tenemos el reporte sobre la detención del periodista Leo Catalino Cárcamo, un destacado profesional leonés, que por años ha trabajado en varios medios de comunicación en dicho departamento. Además, ha sido corresponsal de medios de cobertura nacional”, dijo en su cuenta de X.
El observatorio destaca que este es el segundo periodista detenido en las últimas semanas, luego a finales de octubre o inicios de noviembre de reportara la desaparición de un periodista de un medio oficialista de televisión, luego de abrir micrófonos a la audiencia para abordar el tema del encarecimiento de la vida en Nicaragua.
#Nicaragua La @RELE_CIDH registra con preocupación reportes sobre una nueva oleada de detenciones, incluido el periodista Leo Catalino Cárcamo, este #23NOV. La Oficina urge a las autoridades su libertad inmediata, así como a informar las condiciones en las que se encuentran. https://t.co/5LONUyZ8g0
— Relatoría Especial p/la Libertad Expresión (CIDH) (@RELE_CIDH) November 23, 2024
Por otra parte también se confirmó la detención del doctor Arnoldo Toruño, hermano de Aníbal Toruño, ex director de la local Radio Darío, clausurada y confiscada por la dictadura Ortega Murillo.
La vivienda del médico de 78 años fue allanada por violentos policías y civiles que se lo llevaron con rumbo desconocido.
Además, se reportan cateos, allanamientos y desapariciones en Managua, Masaya y León.
De acuerdo con fuentes anónimas en San José, Costa Rica, la redada inició desde el viernes 22 de noviembre, luego que las fuerzas de inteligencia militar interceptaron un documento de trabajo interno del partido político Unamos, integrantes del extinto Movimiento de Renovación Sandinista, disidentes históricos del actual Frente Sandinista.
Esta organización estaba dispuesta a celebrar públicamente su asamblea anual este domingo en Costa Rica, pero tras la redada acordaron cancelar el evento en público.
Según la información, el documento de trabajo fue enviado por correo electrónico y otras vías de comunicación encriptadas, pero se sospecha que fue filtrado directamente a inteligencia militar, que alertó a la policía a ubicar a los opositores.