La más grande concentración de motociclistas de Centroamérica ha comenzado en Guatemala y millares de amantes de los motores sobre dos ruedas avanzan en peregrinación rumbo a Esquipulas, en la tradicional y popular Caravana del Zorro.
Tras dos años de suspensión debido a la pandemia y las medidas sanitarias para prevenir el contagio del covid-19, la peregrinación en moto fue reanudada y desde el viernes comenzó la reunión de los primeros moteros que este sábado parten hacia “la capital centroamericana de la fe”, en Chiquimula.
La rodada del Zorro, como también le llaman algunos de sus participantes, se realiza cada primer sábado de febrero y parte de Ciudad de Guatemala. Llega a reunir hasta 50,000 motociclistas que enfundados en chaquetas negras de cuero y montados en sus potros motorizados, colman las calles chapinas en su avance.
Este año se estima que habrá 15,000 participantes.
Restricciones para evitar desórdenes
Debido a incidentes ocurridos en ocasiones, tanto organizadores como las autoridades han establecido reglas con las que pretenden controlar el ímpetu de algunos participantes.
Por ejemplo, impera la ley seca en Esquipulas (la excesiva ingesta de alcohol ha sido uno de los detonantes para accidentes), han habilitado rutas alternas para su paso, los participantes no pueden entrar al centro de la ciudad entre otras.
“Se prohíbe la venta y consumo de bebidas alcohólicas durante la llegada de la Caravana del Zorro, a partir de las 6:00 horas del sábado 4, a las 18:00 horas del domingo 5 de febrero del presente año”, informó la municipalidad.
La caravana recorre 222 kilómetros desde su salida de la Plaza Constitución, en la capital. A la cabeza va Eddi Villadeleón, apodado el “Zorro Mayor”.
La Caravana del Zorro comenzó en 1961, cuando Rubén Villadeleón, papá de Eddy junto con 5 amigos decidieron hacer una peregrinación hacia Esquipulas en sus motocicletas. Nunca se imaginaron que con el paso del tiempo, el entusiasmo religioso se mezclaría con la pasión por las motos para llegar a tener lo que ahora ocurre.
No hay en toda la región, ni por asomo, una concentración de motociclistas tan grande como esta.
La peregrinación fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la nación.