Más de 370 viviendas resultaron dañadas tras la serie de sismos registrados desde el martes 29 de julio en la zona fronteriza entre El Salvador y Guatemala, según informes de instituciones oficiales de ambos países.
La actividad se originó en la Falla de Jalpatagua, un sistema sísmico altamente activo ubicado a pocos kilómetros del paso fronterizo de Las Chinamas.
En El Salvador, el director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, detalló que al menos 264 viviendas han sido afectadas en el departamento de Ahuachapán, tras el sismo de magnitud 5.9 ocurrido el martes por la tarde a unos 9 kilómetros al norte de la frontera. “De estas, 120 presentan daños menores y 144 daños mayores”, indicó Amaya.
La zona más impactada ha sido Ahuachapán Norte, donde se reportan 191 viviendas dañadas en Atiquizaya, San Lorenzo, El Refugio y Turín, mientras que en otras zonas como Ahuachapán Centro y Sur, los daños han sido más limitados.

En el lado guatemalteco, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó que 112 viviendas fueron afectadas en el departamento de Jutiapa, de las cuales 41 presentan daños severos. Además, se reportan dos personas fallecidas y 25 hospitalizadas.
Hasta la fecha, las autoridades han evacuado a 1,038 personas y 739 han sido albergadas temporalmente.
Protección Civil de El Salvador también confirmó que, hasta la noche del miércoles, se habían registrado más de 400 sismos, de los cuales 72 fueron percibidos por la población.
La Falla de Jalpatagua, ubicada en el municipio del mismo nombre en Jutiapa, ha sido identificada como la fuente principal de esta actividad sísmica. Sismólogos señalan que es una de las fallas más activas de la región.
El movimiento principal del martes también fue sentido en varios municipios fronterizos de Guatemala y El Salvador, así como en diversas comunidades de Honduras, incluyendo los departamentos de Cortés, Copán, Ocotepeque y Lempira. También se sintió levemente en San Salvador y la Ciudad de Guatemala.
Ayuda a los damnificados
La respuesta humanitaria comenzó a llegar. Camiones de la Conred distribuyeron alimentos, agua, cobertores y catres en los albergues temporales guatemaltecos. Paralelamente el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) habilitó comedores móviles para entregar comida caliente a las familias damnificadas.
En San Miguel, una aldea de Comapa, largas filas de vecinos esperaron raciones de comida mientras elementos de la Policía Nacional Civil y del Ejército brindaban resguardo.
El presidente Bernardo Arévalo visitó las zonas afectadas y aseguró que más ayuda está en camino.
“Estamos coordinando con la Conred para asegurar una respuesta integral. Ya están organizando albergues y se habilitó un centro de acopio a nivel departamental”.
Arévalo también informó que se están entregando kits de limpieza y alimentos básicos a las familias más vulnerables.