La justicia salvadoreña dará inicio al juicio contra el exministro de Defensa Guillermo García y 12 oficiales del Batallón Atlácatl de la Fuerza Armada, por su presunta responsabilidad en la masacre de El Mozote, considerada la mayor atrocidad cometida durante la guerra civil salvadoreña y la más sangrienta registrada en América Latina en tiempos contemporáneos.
Los acusados enfrentarán cargos por los delitos de asesinato, intento de asesinato, incendio, violación y coacción agravada, por su participación en la operación militar realizada entre el 9 y el 12 de diciembre de 1981, en la cual fueron ejecutadas más de 1,000 personas, en su mayoría niños, niñas y adolescentes.
La matanza ocurrió en los cantones de El Mozote, La Joya, Los Toriles, La Ranchería, caserío Jacote Amarillo y cantón Cerro Pando, en el norte del departamento de Morazán. Según la Comisión de la Verdad, conformada por la ONU, 978 personas fueron ejecutadas, de las cuales 553 eran menores de edad.
“Este paso no es solo procesal: refleja el incansable trabajo de sobrevivientes y familiares que, durante 44 años, han luchado por su dignidad y sostenido la búsqueda de justicia frente a un Estado que, una y otra vez, ha intentado cerrarles la puerta de la verdad y asegurar impunidad a favor de los perpetradores de este crimen de guerra y de lesa humanidad”, afirmó la organización Cristosal, parte acusadora en el proceso, en un comunicado.
El avance del caso ha sido posible gracias al testimonio de sobrevivientes y a las pruebas forenses recolectadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense, junto a peritajes técnicos impulsados por la acusación particular, integrada por Cristosal y Tutela Legal.
La denuncia original se presentó hace 35 años, y en 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado salvadoreño juzgar a los responsables. La anulación de la Ley de Amnistía, declarada inconstitucional por la Sala de lo Constitucional en 2016, permitió reactivar el proceso penal.







