Honduras sigue siendo un punto clave en el tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Estados Unidos y Europa y aunque en 2024 las incautaciones de drogas aumentaron considerablemente en comparación con el año anterior, con la Armada de Honduras decomisando más de 19 toneladas métricas de cocaína en el mar y la Policía Nacional incautando otras 3, la corrupción y la falta de coordinación interinstitucional continúan siendo obstáculos significativos.
Esto, de acuerdo a un informe de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, Departamento de Estado.
Narcotráfico y crimen organizado
Las organizaciones de tráfico de drogas han encontrado en Honduras un territorio propicio para sus operaciones, especialmente en regiones como Colón y Olancho, donde la deforestación y la aplicación irregular de la ley facilitan el cultivo de coca.
Se estima que en 2024 se erradicaron 3 millones de plantas de coca, una reducción significativa en comparación con los 4.7 millones erradicados en 2023. Esta disminución se atribuye a la escasez de personal, la falta de apoyo aéreo y la ausencia de un programa de informantes recompensados.
Añadiendo complejidad al problema, organizaciones criminales transnacionales como la MS-13 y Barrio 18, junto con cárteles internacionales como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, han fortalecido su presencia en el país.
Cooperación internacional y políticas de seguridad
Honduras y Estados Unidos mantienen una colaboración estrecha en la lucha contra el narcotráfico, con acuerdos bilaterales que han facilitado incautaciones y arrestos clave.
La Unidad Especial de Investigación (SIU), con apoyo de Estados Unidos, jugó un papel crucial en 11 arrestos de alto perfil en 2024.
No obstante, el anuncio del gobierno hondureño de su intención de terminar el tratado de extradición ha generado incertidumbre sobre el futuro de la cooperación bilateral en esta materia.
La estrategia del gobierno también incluye un estado de excepción vigente en 226 de los 298 municipios del país, permitiendo operativos más agresivos contra el microtráfico.
Sin embargo, expertos advierten sobre los riesgos de abusos de poder y violaciones a los derechos humanos bajo esta medida.
Corrupción y obstáculos en la lucha contra el narcotráfico
A pesar de la condena en 2024 del expresidente Juan Orlando Hernández en Estados Unidos por narcotráfico, la corrupción sigue siendo un problema estructural en Honduras.
La aprobación de una ley de amnistía ha permitido que exfuncionarios condenados por corrupción regresen al servicio público, debilitando la institucionalidad del país. Además, las negociaciones con la ONU para establecer la Comisión Internacional Contra la Impunidad y la Corrupción en Honduras (CICIH) permanecen estancadas.
Desafíos y perspectivas
El combate al narcotráfico en Honduras enfrenta numerosos desafíos, desde la falta de coordinación interinstitucional hasta la necesidad de asignación de mayores recursos para operativos antidrogas. La corrupción y la presencia de organizaciones criminales continúan siendo barreras críticas.
Para mejorar la eficacia de su estrategia, el gobierno hondureño necesita fortalecer sus instituciones de seguridad, garantizar la transparencia en la gestión de recursos y reforzar la cooperación internacional. La implementación de reformas legales, especialmente en el control de precursores químicos y mecanismos de extradición, será fundamental para consolidar una política efectiva contra el narcotráfico en el país.