En Guatemala, la violencia contra autoridades municipales vuelve a estar en el centro del debate público. Entre 2024 y 2025, 3 alcaldes en funciones fueron asesinados a balazos. Todos fueron electos por el partido Vamos. Los casos, ocurridos en distintos departamentos del país, han provocado llamados a reforzar la seguridad. Además, ha habido exigencias para acelerar las investigaciones para determinar los responsables y los motivos detrás de los ataques.
El crimen más reciente tuvo lugar el 6 de diciembre. En esta fecha, el alcalde de Masagua, Escuintla, Nelson Luciano Marroquín, fue atacado durante una actividad navideña. Lamentablemente, murió al llegar al hospital. La comuna será asumida por el concejal primero, Israel Castillo Ortega.
Otros dos alcaldes también fueron víctimas de ataques letales. En abril de 2024, Francis Daniel Chavajay, alcalde de San Juan La Laguna, Sololá, fue hallado con heridas de bala en una vivienda en la Carretera a El Salvador. Y en febrero de 2025, Gerson Saúl Ajcuc Xot, alcalde de Chuarrancho, fue emboscado en la ruta al Atlántico. Este ataque se atribuye a miembros del Barrio 18, presuntamente contratados por Q10 mil.

El Ministerio Público y la Policía Nacional Civil manejan varias hipótesis sobre estos hechos, desde posibles disputas políticas locales hasta vínculos con estructuras criminales. En el caso de Ajcuc Xot, se han realizado capturas de presuntos sicarios y del motorista que habría participado en la emboscada.
Además de los alcaldes fallecidos, el recuento incluye un atentado contra el exalcalde de Santa María Ixhuatán, Alexis Quevedo, quien resultó herido en noviembre de 2024 tras un ataque armado en Santa Rosa. En el mismo periodo, dos alcaldes murieron por causas naturales, aunque sus decesos también afectaron la estabilidad local.
La violencia también ha alcanzado a excandidatos. En noviembre de 2025, José Elías Ramírez, excandidato a alcalde de El Tejar, fue atacado por hombres armados disfrazados como albañiles. La investigación apunta a disputas locales o posibles intereses vinculados a obra pública. Meses antes, en septiembre, Luis Armando Mota —excandidato a alcalde de Tiquisate— fue asesinado durante una feria escolar. Este ataque generó pánico entre estudiantes y familias.
Estos hechos reflejan un entorno complejo para la política local en Guatemala. En este contexto, la combinación de rivalidades políticas, estructuras criminales y conflictos comunitarios continúa poniendo en riesgo a autoridades y aspirantes a cargos municipales.







