El Gobierno de Guatemala prepara un plan de reconstrucción para atender los daños provocados por recientes sismos que golpearon Sacatepéquez, Escuintla, Guatemala y Jutiapa.
Casi 200 edificios públicos, entre ellos escuelas y centros de salud, serán restaurados como parte de este proyecto liderado por la UCEE.
En total, 150 centros educativos y 30 instalaciones médicas registraron afectaciones de diferente magnitud, desde leves hasta graves, según informó la institución.
Los primeros 10 proyectos ya fueron licitados en el portal Guatecompras, y la fase de presentación de ofertas concluyó recientemente.

Los trabajos de rehabilitación contemplan mejoras en muros, columnas, vigas, techos, puertas, ventanas, barandas e instalaciones eléctricas, de acuerdo con las especificaciones técnicas.
El objetivo es garantizar la seguridad de los usuarios y recuperar la infraestructura dañada lo más pronto posible.
Óscar Hugo López, exministro de Educación, destacó la importancia de priorizar el remozamiento de las escuelas. “El Gobierno debe darle seguimiento permanente a la modernización y construcción de escuelas, especialmente en zonas con alta vulnerabilidad sísmica”, subrayó.
Infraestructura antisísmica
Por su parte, Verónica Spross, directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, señaló que los proyectos deben garantizar no solo mejoras visibles, sino también medidas estructurales seguras.
“Es necesario que las nuevas obras sean infraestructuras antisísmicas, para estar mejor preparados frente a futuros eventos naturales”, recomendó.

El plan de restauración responde a una necesidad urgente en comunidades donde los sismos se han vuelto recurrentes, y donde estudiantes y pacientes han tenido que utilizar instalaciones con daños.
Las autoridades confirmaron que el proceso será progresivo, pero esperan avanzar con rapidez en los primeros proyectos adjudicados.
Con estas acciones, el Gobierno busca fortalecer los servicios de educación y salud, pilares fundamentales para el desarrollo de la población, al tiempo que se atiende la vulnerabilidad de la infraestructura en áreas de alto riesgo sísmico.