El sector ganadero de Honduras expresó su alarma por el creciente avance del gusano barrenador del ganado, una plaga que está afectando no solo a la producción pecuaria, sino también a la salud humana en el país.
José Chacón, director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), informó que ya se han reportado más de mil cuatrocientos casos en animales.
Sin embargo, advirtió que la cifra real podría ser mucho mayor, ya que existen fincas donde prácticamente todo el ganado presenta síntomas de miasis, la enfermedad causada por este parásito.
En cuanto a los humanos, se han confirmado 41 personas afectadas por esta enfermedad.
“La mayoría de las ganaderías ya están afectadas con uno o más casos. Esto nos obliga a replantear estrategias y reforzar la coordinación entre el sector productivo y el Estado”, declaró Chacón.
Desde Fenagh se hizo un llamado al Gobierno para reforzar las medidas de contención y control. La organización reiteró su disposición de colaborar con las autoridades para implementar acciones más eficaces y urgentes.
Comparación regional y respuesta oficial
Por su parte, Emilio Aguilar, director del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), destacó que las acciones tomadas hasta ahora han evitado un brote masivo como el registrado en países vecinos.
“Si comparamos los más de mil cuatrocientos siete casos que se registran en Honduras con los quince mil casos reportados en Nicaragua y una cifra similar en Panamá, podemos decir que el trabajo ha dado resultados”, afirmó Aguilar.
No obstante, expresó su preocupación ante el aumento de casos en la región, ya que podría generar restricciones comerciales y el cierre de fronteras, impactando directamente la economía ganadera nacional.
Guillermo Cruz, oficial de salud animal del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), indicó que la cepa actual del gusano barrenador es más agresiva que la registrada en brotes anteriores.
“La conducta de la mosca no es la misma que en años anteriores. Esta cepa está colonizando zonas que antes eran libres, lo cual representa un riesgo mayor para la ganadería”, explicó Cruz. No obstante, reconoció que las medidas implementadas por Senasa han ayudado a frenar una expansión más acelerada del problema.