El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), condenado a 45 años de prisión por narcotráfico en Estados Unidos, fue trasladado recientemente desde el Centro de Detención Metropolitano (MDC) de Brooklyn, Nueva York, hacia la cárcel de mediana seguridad FCI Lewisburg, ubicada en Pensilvania.
La institución correccional a la que fue trasladado cuenta con un campo satélite de mínima seguridad, según informaron fuentes oficiales.
Este cambio de lugar se produjo después de que el abogado defensor de Hernández, Renato Stabile, solicitara, el 22 de enero de 2025, al juez Kevin Castel del Distrito Sur de Nueva York que su cliente permaneciera en el MDC.
La razón es que el exmandatario tiene pendiente una apelación programada para el 31 de marzo de 2025.
Stabile argumentó que la seguridad de su defendido podría verse comprometida si se le trasladaba a otra cárcel, ya que Hernández, como exlíder de Honduras, jugó un papel crucial en la extradición de varios narcotraficantes de alto perfil a Estados Unidos.
Según el abogado, la situación de Hernández, dada su relevancia política, plantea riesgos considerables para su integridad física, especialmente en una prisión de seguridad más baja.
“El MDC ha demostrado ser capaz de garantizar su seguridad, y su permanencia allí reduciría significativamente cualquier amenaza, además de permitirle estar cerca de su abogado durante el proceso de apelación”, indicó Stabile.
Sin embargo, el traslado a FCI Lewisburg fue realizado a pesar de estas solicitudes, y actualmente Hernández figura en el registro del Buró Federal de Prisiones en dicha instalación en Pensilvania.