El flujo migratorio desde Nicaragua, que alcanzó su punto más alto en 2022 con la salida de más de 300.000 ciudadanos, continuó en 2023, aunque con un descenso significativo.
Según el investigador de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, especialista en temas migratorios y remesas en entrevista al medio Confidencial de Nicaragua, aproximadamente 115,000 nicaragüenses han dejado el país este año, dirigiéndose principalmente hacia Estados Unidos y Costa Rica.
Este descenso se atribuye en parte a las restricciones impuestas por estos países a los solicitantes de asilo, tras el pico migratorio de 2022.
1.5 millones de migrantes nicaragüenses
No obstante, la cifra global de nicaragüenses en el exterior alcanza ya los 1.5 millones, lo que representa el 22% de la población total del país, según datos de la División de Estadística de las Naciones Unidas y proyecciones de Orozco.
El éxodo masivo de nicaragüenses, que ha más que duplicado la población migrante en los últimos cinco años, se origina en la crisis sociopolítica que estalló en 2018 y la radicalización del régimen Ortega Murillo.
Orozco señala que la intención de emigrar se mantiene constante, con un 50% de las familias expresando su deseo de dejar el país a lo largo de 2023.
Parole y perfil migratorio
Un aspecto notable en 2023 ha sido el impacto del programa de parole humanitario de Estados Unidos, implementado desde enero para nicaragüenses, cubanos y haitianos.
Este mecanismo permitió a unos 55,000 nicaragüenses regularizar su estatus en Estados Unidos, permitiéndoles vivir y trabajar allí por dos años.
— Manuel Orozco (@manuelorozco65) December 19, 2023
Orozco apunta que esto ha modificado el perfil del migrante nicaragüense, inclinándose hacia personas de clase media o media alta, con vínculos familiares en Estados Unidos y cierto nivel educativo.
Sin embargo, la continuidad del parole en 2024 es incierta, pendiente de decisiones judiciales y administrativas en Estados Unidos.
Asimismo, la reducción de solicitudes de asilo en las fronteras terrestres estadounidenses ha alterado las rutas migratorias, con menos nicaragüenses optando por vías irregulares.
Costa Rica y España
Aunque Costa Rica ha sido históricamente el principal destino para los migrantes nicaragüenses, en 2023 se registró una disminución en su número, con menos de 40,000 llegadas estimadas. Esto se debe en parte a las restricciones impuestas por el gobierno costarricense y la preferencia creciente por Estados Unidos.
España emerge como el tercer destino principal, con cerca de 10,000 nicaragüenses llegando en los últimos dos años, gracias a programas de reasentamiento y asistencia de organizaciones internacionales.
Impacto económico y social de la migración
Las remesas enviadas por migrantes nicaragüenses han jugado un papel crucial en la economía del país, representando el 30 % del PIB en 2023.
Estas contribuciones han aliviado en parte las dificultades económicas de muchas familias, aunque no han mitigado la crisis política subyacente.
Nicaragua también ha funcionado como punto de tránsito para migrantes de otros países latinoamericanos y extracontinentales.
Sin embargo, recientes sanciones estadounidenses a empresas que facilitan la migración irregular han reducido o modificado esta ruta.
Perspectivas para 2024
Orozco proyecta que la migración nicaragüense continuará en 2024, con estimaciones de otros 120,000 ciudadanos dejando el país.
Además, destaca la necesidad de una respuesta política más eficiente por parte de Estados Unidos, especialmente de cara a las elecciones de 2024 y el creciente debate sobre la gestión migratoria.
Este panorama refleja la complejidad y el impacto profundo de la crisis migratoria nicaragüense, tanto a nivel regional como internacional, marcando un capítulo significativo en la historia reciente del país.