“Esto se merecía por haberme tocado”: carta de la niña que apuñaló a su maestro en Guatemala cambia el rumbo del caso

Un giro inesperado sacude la investigación por la muerte del profesor Pedro Enrique Herrera Tello de Huehuetenango. La aparición de una carta escrita por la presunta agresora, una niña de 12 años, sugiere que el ataque no fue motivado por calificaciones, como se pensaba inicialmente, sino por un posible caso de abuso sexual dentro del aula.

La niña permanece bajo custodia de las autoridades.

Las autoridades de Guatemala investigan el asesinato del docente Pedro Enrique Herrera Tello, de 72 años, ocurrido el pasado 23 de julio en la Escuela Normal Mixta de Cambote, ubicada en la zona 11 de Huehuetenango.

El Ministerio Público (MP) recordó que el profesor fue apuñalado por una estudiante de 12 años, quien lo atacó con dos cuchillos mientras se encontraban solos en un aula. El hecho causó conmoción en la comunidad educativa y generó múltiples hipótesis sobre el motivo del crimen.

El homicidio conmocionó a la comunidad educativa.

En un principio, la investigación se centró en la posibilidad de que la menor de edad estuviera inconforme con sus calificaciones. Sin embargo, el hallazgo de una carta en la habitación de la niña, descubierta durante un allanamiento el 25 de julio ha dado un nuevo rumbo al caso.

“Esto se merecía por haberme tocado”, reza el manuscrito que fue encontrado junto a siete cuchillos envueltos en una sábana, lo que sugiere una posible premeditación.

Pedro Enrique Herrera Tello tenía 72 años y más de 50 de trayectoria docente.

El contenido de la carta revela una posible historia de abuso. La niña escribió un descargo, con faltas de ortografía pero contundente: 

“Esto se merecía por haberme tocado y abusar de mi idiota. Todos me la pagan, aún no termino con esto, mataré a todos los profesores varones”.

La nota también incluye un dibujo de dos ojos y una sonrisa, lo que ha sido interpretado por los investigadores como un mensaje perturbador y clave en el análisis del estado emocional de la menor de edad.

Avance de la investigación

El Ministerio Público informó que actualmente se analizan informes médicos y se espera una evaluación oficial de la Procuraduría General de la Nación (PGN) para determinar si la estudiante fue víctima de abuso sexual.

De confirmarse la hipótesis de abuso, el caso daría un giro completo, colocando al docente asesinados como victimario y no únicamente como la víctima del crimen, como se planteó al inicio.

El día del crimen la alumna no llegó a estudiar pero ingresó a la escuela terminadas las clases.

También se investiga el posible incumplimiento de deberes por parte de otros docentes del centro educativo al no intervenir, en caso hubiera denuncias de la niña.  

Este caso encendió las alarmas sobre la protección de los menores en centros educativos de Guatemala. Un maestro del plantel dijo, en anonimato, que aunque existen programas de prevención del delito, muchas veces la intervención de las autoridades policiales y las charlas informativas no son suficientes para detectar los abusos en el entorno escolar.

Las autoridades llaman a denunciar todo tipo de abusos en centros educativos.

Mientras tanto, las clases de quinto primaria siguen suspendidas en la escuela. Una organización sin fines de lucro está brindando apoyo psicológico a los estudiantes tras la tragedia y se prevé que el próximo 7 de agosto se reanuden las actividades, aunque no se ha designado un nuevo docente titular.

El Ministerio de Educación, por su parte, reiteró su rechazo a todo tipo de violencia y aseguró que está a la espera de informes oficiales para tomar las acciones necesarias.

Pedro Enrique Herrera Tello fue trasladado con vida a un hospital privado, pero falleció 12 horas después de ser ingresado. Su muerte ha desatado una profunda discusión nacional sobre los límites de autoridad dentro de las aulas y la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de protección infantil.

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