El estratégico puente guatemalteco de Río Dulce, en el caribeño departamento de Izabal, presenta daños considerados severos en su estructura, de acuerdo a un informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que fue divulgado este martes por la prensa local.
El documento que detalla los problemas de la estructura de 830 metros de largo es de marzo de 2023, según Prensa Libre, que advierte que desde entonces hasta la fecha estos se habrían vuelto más graves. Sin embargo, la situación fue advertida en otro reporte desde 2017.
El puente, que está habilitado desde 1980, tiene problemas de deterioro en la superficie asfáltica de rodamiento y tiene fisuras y grietas en su estructura.
El desgaste es tal, de acuerdo al informe periodístico, que han quedado expuestas en algunas partes las partes metálicas de la obra.
La corrosión también ha dañado el puente que ha llegado a ese estado debido a la falta de mantenimiento.
“El estado actual del puente es preocupante. Si no se toman medidas correctivas inmediatas, podríamos enfrentar una situación de colapso que aislaría a comunidades enteras y afectaría el comercio”, publicó Prensa Libre, citando el informe.

El puente de Río Dulce es una infraestructura clave que conecta las regiones del norte y el Caribe guatemalteco con el resto del país. Este facilita el transporte terrestre, sino que también es un punto estratégico para el comercio, el turismo y la economía local.
Al ser la única vía directa entre Izabal y otras regiones, el puente es vital para el flujo constante de mercancías y productos agrícolas, así como para el acceso de turistas a destinos como Livingston y el lago Izabal.
Además de su función económica, el puente de Río Dulce es un símbolo de la región.
Su relevancia va más allá de lo funcional, ya que también representa un lazo entre las comunidades locales, facilitando la movilidad y el intercambio cultural en una zona de gran diversidad étnica y geográfica.