El informe global El Estado Mundial de las Niñas 2025 revela que miles de niñas en Guatemala y Centroamérica siguen entrando en matrimonios o uniones forzadas marcadas por la violencia, desigualdad y falta de autonomía, una tendencia que preocupa a escala regional.
Según el estudio, elaborado por Plan Internacional, casi dos de cada cinco niñas casadas en los países analizados no tienen voz en las decisiones del hogar, incluyendo educación, movilidad y salud reproductiva. Esta realidad también se refleja en Guatemala.
El informe advierte que más de una de cada ocho niñas entrevistadas reportó violencia física o sexual por parte de su pareja, fenómeno presente en Latinoamérica, África y Asia. La dinámica de poder con hombres mayores aumenta el riesgo.
En Guatemala, los casos de niñas embarazadas que luego son presionadas a unirse con su agresor continúan siendo señalados por organizaciones que trabajan en comunidades rurales y en contextos de pobreza extrema.

La pobreza es uno de los principales motores: niñas guatemaltecas, al igual que niñas en Uganda y Camboya, describen el matrimonio como una “salida” para aliviar la carga económica de sus familias, aunque en la práctica esto pocas veces ocurre.
En la región, la normalización de las uniones con hombres mayores es un patrón compartido. El informe documenta que 45 % de las niñas se casó con alguien al menos cinco años mayor, lo que incrementa la dependencia y la violencia.

Otro dato alarmante es que siete de cada diez niñas entrevistadas ya son madres, lo que perpetúa ciclos de pobreza y limita sus oportunidades de desarrollo. Guatemala comparte esta tendencia con países como República Dominicana y Ecuador.
Activistas consultados afirman que, pese a las leyes que prohíben estas uniones, las comunidades continúan validándolas. Líderes religiosos y tradicionales suelen avalarlas aunque contradigan la legislación nacional.
El informe concluye que sin programas que aborden la violencia de género, la pobreza y las normas culturales, el matrimonio infantil seguirá afectando a miles de niñas en Guatemala y Centroamérica, poniendo en riesgo sus vidas y su futuro.







