El exmilitar nicaragüense Javier Zeledón Reyes, de 56 años, fue deportado el 30 de abril de 2025 desde Estados Unidos hacia Nicaragua, tras ser sometido a un periodo de aislamiento e interrogatorio en la base militar de Guantánamo, en Cuba, informaron este jueves a medios nicaragüenses fuentes de seguridad vinculadas al proceso.
La captura de Zeledón Reyes se remonta al 23 de marzo de 2023, cuando fue interceptado por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el Puente Internacional Gateway, en Brownsville, Texas. Desde entonces permanecía bajo custodia federal.
Durante una audiencia migratoria, el exmilitar admitió haber participado en la muerte de al menos 20 civiles en Nicaragua en la década de 1990, disparando un fusil AK-47 contra una multitud y provocando al menos 20 muertes.
Además, reconoció haber brindado apoyo logístico a un cártel de drogas en México tras abandonar su país y antes de ingresar irregularmente a Estados Unidos.
Antes de su deportación, según la información, Zeledón fue trasladado a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba, una instalación conocida internacionalmente por albergar detenidos vinculados al terrorismo.
Allí fue interrogado y mantenido bajo condiciones de aislamiento, un procedimiento inusual para casos migratorios, de acuerdo con las fuentes consultadas.
“Este individuo, durante el proceso, admitió su horrible pasado: masacró a personas inocentes y más tarde ayudó a un despiadado cártel de la droga en México. Su presencia en Estados Unidos constituía una amenaza directa para la seguridad pública”, declaró en su momento Matthew Elliston, director en funciones de la Oficina de Campo de Baltimore del ICE.
La deportación se ejecutó el martes en un vuelo de repatriación especial, pero hasta ahora no se ha informado si Zeledón enfrenta procesos judiciales en Nicaragua. Tampoco el Ejército o el Ministerio Público nicaragüense han emitido declaraciones oficiales sobre su situación legal en el país.
El hecho fue confirmado indirectamente por el propio presidente Daniel Ortega, quien durante un acto político celebrado la noche del 30 de abril en Managua —frente a miles de policías, militares y simpatizantes sandinistas—, mencionó la llegada de un vuelo de deportados procedente de Estados Unidos, en el que viajaban “nicaragüenses que fueron detenidos en Guantánamo”.
Ortega aprovechó el escenario para atacar la política migratoria de Washington y acusar a Estados Unidos de cometer “crímenes de lesa humanidad” contra los migrantes.
El traslado de Zeledón Reyes ocurre en un momento de elevada tensión política entre Nicaragua y Estados Unidos, mientras el régimen de Ortega enfrenta acusaciones internacionales por crímenes de lesa humanidad derivados de la represión a las protestas de 2018 y mantiene alianzas estratégicas con gobiernos como los de Rusia, China y Venezuela.