Dos barcos hundidos frente a la costa de Cahuita, un pueblo en la costa caribeña sur de Costa Rica, cerca de la frontera con Panamá, han sido identificados como los restos del Fridericus Quartus y Christianus Quintus, embarcaciones danesas que participaron en la trata transatlántica de esclavos en el siglo XVIII, según confirmó una expedición del Museo Nacional de Dinamarca.
Durante años, se creyó que las naves pertenecían a piratas. Sin embargo, el hallazgo de ladrillos amarillos en 2015 llevó a una investigación más profunda. Estos ladrillos, típicos de Dinamarca, junto a fragmentos de madera, pipas de arcilla y otras piezas, revelaron la verdadera identidad de las naves.
Según archivos históricos, ambos barcos naufragaron en 1710 tras un intento de rebelión de los esclavos a bordo y condiciones extremas en altamar. Unos 600 africanos esclavizados habrían llegado a las costas costarricenses luego del hundimiento.
“El análisis de los materiales es concluyente: las maderas coinciden con árboles talados en Dinamarca entre 1690 y 1695, y los restos presentan quemaduras, como describen los relatos del incendio a bordo”, explicó el arqueólogo David Gregory.
Los barcos pertenecían a la Compañía Danesa de las Indias Occidentales, responsable del traslado de más de 120,000 africanos esclavizados hacia América. Este hallazgo no solo confirma uno de los naufragios más trágicos de la historia danesa, sino que también visibiliza un capítulo poco conocido de la esclavitud en Centroamérica.
