¿Se altera con facilidad y tiene deseos incontenibles de sonar y sonar el claxon? ¿Siente que quien va en el auto de adelante avanza como tortuga? ¿Se le ponen los pelos de punta cuando en la vía mira el horizonte y no ve más que una interminable fila de vehículos? ¿Le irrita incluso que alguien le pida que le ceda el paso? No hay duda, usted padece, igual que millones de centroamericanos, de estrés provocado por conducción.
No es una enfermedad como tal, sino que son las consecuencias de conducir durante prolongados periodos en embotellamientos viales que se repiten a diario durante las horas pico.
No importa si va por las calles y viaductos de la cosmopolita Guatemala, por las casi salvajes avenidas donde manda el más bravucón y desvergonzado como en San Salvador o Tegucigalpa, las ajetreadas vías de San José, la calurosa y plana Managua o la moderna Panamá. En todas estas capitales, y algunas ciudades del interior o provincia de cada país, hay ciudadanos agotados por el tráfico vehicular.
Manejar en las condiciones actuales en la región obliga a la mayoría a permanecer muy alerta durante mucho tiempo, lo que puede provocar una conducta más competitiva de la normal y puede desatar reacciones impulsivas.
Cuando estas condiciones se prolongan, hay resistencias naturales del organismo, lo que afecta provocando cansancio físico y mental, que se puede traducir según los especialistas en manejar con menor prudencia y hasta con frustración.
Y también puede provocar agotamiento, lo que hace que cuerpo y cerebro reaccionen de manera más lenta ante diferentes situaciones.
En sumatoria, un nocivo coctel que desborda a casi cualquiera en nuestras ciudades.
Aquí están los consejos
Los mayores añoran los tiempos en que conducir era una lindura, porque había pocos vehículos y todos sonreían. Pero esos felices tiempos no volverán, por lo que se vuelve imperativo contrarrestar conscientemente todas las implicaciones del estrés por conducción.
Conocedores en materia de tránsito recomiendan manejar en modo zen, es decir manteniendo la mente abierta y una actitud de aceptación de lo que se vive.

Centroamérica 360 retoma una serie de recomendaciones dadas por los expertos del Instituto Guatemalteco del Seguro Social que, bien aplicadas, nos pueden ayudar en Panamá o San Salvador, San Pedro Sula o San José, Guatemala o Managua.