Costa Rica contabilizó 443 homicidios durante el primer semestre de 2025, según datos divulgados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), lo que equivale a un promedio de un asesinato cada nueve horas en este país centroamericano.
La cifra representa un aumento de siete casos respecto al mismo periodo de 2024, cuando se registraron 436 homicidios.
Sin embargo, en la provincia de San José el incremento fue mucho más marcado, con un 37 % de alza interanual que se tradujo en 41 muertes violentas adicionales.
“Este aumento refleja el fortalecimiento del accionar delincuencial, principalmente asociado a disputas territoriales de grupos dedicados al narcotráfico”, explicó Karen Jiménez, coordinadora de la Carrera de Ciencias Policiales de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
De acuerdo con el OIJ, de enero a junio se reportaron al menos 15 víctimas colaterales, personas que murieron sin tener relación directa con los conflictos criminales.

El ministro de Seguridad, Mario Zamora, contextualizó que en 2024 existía una predicción de superar ampliamente los 906 homicidios del año anterior y llegar incluso a más de 1.200. “Gracias al trabajo conjunto de las distintas fuerzas policiales se logró no solo evitar ese pronóstico, sino que además se redujo la cantidad de homicidios respecto a 2023, siendo el primer año de disminución después de cinco años de incremento sostenido”, aseguró Zamora.
Pese a esa reducción en el cómputo anual, la violencia letal se mantiene en niveles históricamente altos. “En este momento hay una lucha declarada entre bandas: tanto disputas internas de los principales grupos en el sur de San José, como enfrentamientos en distintas regiones del país”, advirtió el ministro.
Las autoridades sostienen que estos enfrentamientos criminales continúan siendo la principal causa de homicidios, mientras refuerzan operativos de contención y prevención. “Estamos haciendo esfuerzos para que este 2025 todavía reduzcamos más los homicidios con respecto al 2024 y mantengamos una línea a la baja”, añadió Zamora.
Costa Rica, con una población de alrededor de 5.1 millones de habitantes, enfrenta desde hace varios años un auge de violencia ligada al tráfico de drogas y la disputa de territorios estratégicos para el envío de cocaína hacia Norteamérica y Europa.
La situación ha motivado llamados de expertos y organizaciones sociales a fortalecer programas de prevención, así como el control de armas y el patrullaje comunitario en las zonas más vulnerables.