En apenas un mes, 2 eventos han sacudido a Costa Rica y expuesto su creciente papel en la logística del crimen organizado y el narcotráfico internacional.
La inclusión de un presunto capo en la lista de los más buscados del FBI y la aparición de un grafiti alusivo al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en una autopista de San José han avivado el debate sobre la presencia del crimen transnacional en el país.
El 6 de marzo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció una recompensa de hasta $10 millones por información que permita la captura de Ryan Wedding, un exatleta olímpico de snowboard y presunto líder de una organización criminal dedicada al tráfico internacional de drogas.
El FBI lo incluyó en la lista de los Qi fugitivos más buscados, y entre los posibles lugares donde podría ocultarse se encuentra Costa Rica.
Wedding es señalado por liderar una red de narcotráfico que enviaba cientos de kilogramos de cocaína desde Colombia, a través de México y el sur de California, hacia Canadá y otras partes de Estados Unidos.
También es acusado de orquestar múltiples asesinatos en el contexto del tráfico de drogas. Según la investigación, Wedding habría residido en México en los últimos meses, pero su paradero actual es incierto.
El gobierno de Estados Unidos, con el apoyo de Canadá y México, ha intensificado los esfuerzos para su captura.
“Esta recompensa forma parte de un esfuerzo unificado para llevar a Wedding ante la justicia”, señala el comunicado oficial del Departamento de Justicia.
Un grafiti y el temor al CJNG en Costa Rica
Días antes un grafiti con una referencia directa a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho y líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), apareció en la autopista General Cañas, una de las principales vías de acceso a la capital costarricense.
El mensaje, ubicado cerca del Parque Metropolitano La Sabana, decía: “El Señor Mencho y sus gallos”, en alusión a uno de los alias del líder criminal.
El hallazgo generó preocupación entre las autoridades de seguridad del país. Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, advirtió que la mención de “El Mencho” no puede ser considerada un hecho aislado.
En 2022, un grafiti similar con referencia al Cártel de Sinaloa apareció en Barrio Sinaí, Montes de Oca, pero fue tratado como un caso esporádico.
Sin embargo, la nueva aparición en un punto clave de la capital costarricense ha encendido las alarmas.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reconoció la presencia de cárteles internacionales en Costa Rica, aunque aclaró que el país no representa un mercado relevante para el narcotráfico, sino un punto de tránsito.
“Siempre ha existido presencia de los cárteles mexicanos y colombianos, lo que no ha existido es permanencia”, explicó Randall Zúñiga, director del OIJ.
“Costa Rica es usada logísticamente para enviar droga a otros destinos, pero no hay asentamientos de estas organizaciones como ocurre en México”.
Costa Rica y el narcotráfico: ¿un refugio para criminales?
Estos dos eventos en menos de un mes refuerzan la percepción de que Costa Rica ha evolucionado de ser solo un país de tránsito de drogas a convertirse en un posible refugio para criminales de alto perfil.
Según datos del Diario Extra, en el país operan al menos 340 organizaciones criminales con aproximadamente 200 sicarios activos.
Aunque las autoridades insisten en que no hay presencia permanente de los grandes cárteles mexicanos, la evidencia sugiere que el crimen organizado ha encontrado en Costa Rica un entorno propicio para sus operaciones.
La ausencia de un ejército, su posición geográfica estratégica y su estabilidad política han convertido al país en un lugar atractivo para redes delictivas que buscan operar con menor interferencia estatal.
La cooperación con agencias de seguridad de Estados Unidos y otros países será clave para enfrentar esta amenaza creciente.
A medida que el narcotráfico y el crimen organizado avanzan, la pregunta que surge es: ¿puede Costa Rica evitar convertirse en un enclave del crimen transnacional o es solo cuestión de tiempo para que el país pase de ser un punto de tránsito a un centro de operaciones criminales?