Cinco países centroamericanos celebran el Día de la Madre en mayo, con arraigadas costumbres y tradiciones

Flores, abrazos y mucho, mucho amor. Así festeja Centroamérica a las mamás. Mayo es el mes elegido para la celebración en la mayoría de los países.

Este 10 de mayo, El Salvador, Guatemala y Belice celebran el Día de la Madre, una fecha de gran carga emocional y tradición en cada país. Aunque la festividad varía en el calendario en otros países centroamericanos, el homenaje a las madres une a toda la región bajo un mismo sentimiento: gratitud y amor por quienes dan vida y sostienen a las familias.

El Salvador, Guatemala y Belice: el 10 de mayo

En El Salvador, el 10 de mayo es una fecha profundamente arraigada y con carácter de feriado nacional en múltiples sectores. Adoptado en la década de 1920, este día sigue el modelo mexicano y se festeja con misas, serenatas, homenajes escolares y una alta actividad comercial. 

Es un día donde las flores, las comidas familiares y los gestos de cariño toman protagonismo.

En Guatemala, la celebración del 10 de mayo también tiene influencia mexicana y estadounidense. Con actos escolares, serenatas nocturnas y reuniones de familia, es una jornada de gran relevancia emocional y espiritual. Muchos hogares rinden tributo a sus madres con mariachis, comidas especiales y agradecimientos públicos.

En Belice, a pesar de su herencia anglófona, la cercanía cultural con México estableció el 10 de mayo como la fecha oficial. La jornada se acompaña de actividades comunitarias, festivales escolares y entrega de flores. Es común ver homenajes organizados por iglesias y comunidades locales.

Fechas del Día de la Madre en otros países centroamericanos

Un homenaje regional con raíces distintas

Aunque cada país tiene su propio contexto histórico para establecer la fecha, el Día de la Madre en Centroamérica refleja un profundo respeto por el rol materno en la sociedad. Desde decisiones políticas hasta motivos religiosos o influencias culturales extranjeras, la festividad se ha adaptado a las realidades nacionales, pero conserva su esencia: reconocer el amor, la dedicación y la fuerza de las madres.

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