La convocatoria llega a pocos días de los comicios generales y busca unir a la ciudadanía en un ambiente de reflexión, ante la tensión política que suele marcar los procesos electorales en Honduras.
Las arquidiócesis de Tegucigalpa y San Pedro Sula, junto con la diócesis de La Ceiba, anunciaron que realizarán horas santas y momentos de adoración eucarística para pedir por claridad, discernimiento y responsabilidad durante la jornada electoral. Las actividades se desarrollarán de forma simultánea en parroquias de las tres jurisdicciones.
Según líderes religiosos, la intención es que tanto ciudadanos como actores políticos “se pongan en manos de Dios”, privilegiando el bien común y evitando confrontaciones. Llamaron también a no caer en la polarización y a recordar que “la diversidad de opiniones no convierte a nadie en enemigo”.
La Iglesia enfatizó cuatro acciones principales para fortalecer el proceso democrático: orar, votar, cuidar los resultados y aceptar los resultados. Con ello buscan promover un clima pacífico y una transición ordenada, sin cuestionamientos violentos ni presiones externas.
Honduras elegirá presidente, 128 diputados, 298 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano, en una de las votaciones consideradas más decisivas de la última década por su peso social y económico.

Sin embargo, esta convocatoria también despertó críticas de algunos sectores laicos, que consideran que la participación religiosa en momentos electorales puede influir en la opinión pública y generar dudas sobre la separación entre Iglesia y Estado. Otros analistas afirman que, aunque la intención es positiva, podría interpretarse como un intento de incidir indirectamente en la conducta del votante.
Aun así, las jornadas de oración se suman a otras iniciativas ecuménicas recientes, tanto católicas como evangélicas, que insisten en promover la paz y el voto consciente, con un mensaje de unidad nacional frente al clima de incertidumbre







