Las autoridades de Belice decretaron un estado de emergencia en varias zonas de la ciudad de Belice, el distrito homónimo y el distrito de Cayo, como respuesta a una reciente ola de homicidios atribuidos a la violencia entre pandillas.
La proclamación fue firmada por la gobernadora general Dame Froyla Tzalam y entró en vigor de inmediato. La medida otorga facultades ampliadas a las fuerzas del orden para garantizar la seguridad en las comunidades más afectadas, tras el asesinato de dos prominentes ciudadanos.
El comisionado de Policía, Dr. Richard Rosado, advirtió que la situación se ha agravado. “Con la muerte de Brandon Baptist el nivel de amenaza era alto, pero con el ataque a un ciudadano recientemente, ahora es crítico. Necesitamos, al menos, seis meses de estado de emergencia”, aseguró.
La medida estará vigente inicialmente por un mes, aunque las autoridades han solicitado ampliarla hasta seis meses. La Asamblea Nacional podrá prorrogarla en periodos no mayores a 12 meses.
Las zonas intervenidas incluyen 13 sectores del distrito de Belice, entre ellos Ladyville Village, West Lake, Sunset y comunidades ubicadas entre los kilómetros 7 y 9 de la autopista George Price, además de tres áreas en el distrito de Cayo, como Roaring Creek y Camalote.
El detonante fue un triple homicidio en menos de 48 horas, incluido el caso de un hombre que fue asesinado tras dejar a su hija en la escuela. La Policía descartó vínculos del fallecido con estructuras criminales, pero admitió que los enfrentamientos entre pandillas han sumido a varias comunidades en un estado de inseguridad alarmante.
Pese a la declaración de emergencia, algunas voces críticas han cuestionado la efectividad de esta estrategia.
El comisionado Rosado reiteró que la violencia es “totalmente inaceptable” y que se están utilizando todos los recursos disponibles para devolver la tranquilidad a la población.