Este sábado se cumple un año de la desaparición forzada de la periodista nicaragüense Fabiola Tercero, quien fue capturada violentamente en su vivienda por fuerzas de seguridad de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Desde entonces, no se tiene información sobre su paradero, y el régimen no ha presentado ningún proceso judicial en su contra.
La Asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) recordó este sábado el caso de Tercero y exigió su aparición con vida.
“Fue arrancada de su hogar y del periodismo por un régimen que no tolera voces críticas”, indicó la organización, que calificó su desaparición como una herida abierta en el corazón de la prensa independiente en Nicaragua.
La activista Wendy Quinteros, del Colectivo Nicaragua Nunca Más, subrayó que “la desaparición de Fabiola refleja un plan sistemático del régimen para borrar toda voz independiente. Es el rostro más brutal de la represión contra la libertad de expresión en Nicaragua”.
El Centro de Asistencia Latinoamericano de Derechos Humanos (CALIDH) y el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas también se sumaron a las denuncias. “La desaparición es una de las formas más extremas de violencia política. No hay información sobre su estado físico, mental ni emocional. El riesgo de daño irreversible crece cada día”, advirtió CALIDH.
Por su parte, el colectivo denunció: “¿Dónde está Fabiola Tercero? Su voz no se ha silenciado. Exigimos respeto a su integridad física y moral. La verdad no se encarcela”.
El caso de Fabiola Tercero no es aislado. Junto a ella, también permanecen desaparecidos los periodistas Elsbeth D’Anda, Leo Cárcamo e Irvin Guerrero Montes, todos víctimas de un patrón sistemático de criminalización del periodismo, vigilancia digital, censura y persecución transnacional por parte del régimen Ortega-Murillo.
Entre 2024 y 2025, PCIN ha documentado 81 agresiones contra periodistas: desde detenciones arbitrarias, exilio forzado y allanamientos, hasta confiscaciones de equipos y ataques cibernéticos. Medios como Nicaragua Actual han denunciado hackeos y sabotajes digitales orquestados desde el Estado.
La frase de Tercero, pronunciada antes de su desaparición, sigue resonando entre colegas y defensores de derechos humanos:
“Si un día a mí me echan presa, tengan en cuenta que nunca se callen por mí. Sigan en la lucha y sigan insistiendo para que esto cambie.”
Las organizaciones instaron a la comunidad internacional a tomar acciones concretas para garantizar la protección de periodistas en Nicaragua y visibilizar la represión. También demandaron el cese inmediato de las desapariciones forzadas, la liberación de periodistas detenidos, y la restauración del Estado de derecho.
“El silencio no es opción. La libertad de prensa no se negocia. Seguiremos denunciando y alzando la voz por Fabiola y por todos los periodistas desaparecidos”, reiteró PCIN.







