El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, llegó la noche sábado a Bogotá, Colombia, donde recibió oficialmente asilo político tras permanecer refugiado durante más de dos meses en la embajada de Nicaragua en su país. Martinelli celebró públicamente su llegada y agradeció al Gobierno colombiano por la protección.
“Feliz y contento porque estoy ya en Bogotá donde recibí asilo político al ser un perseguido político. Mil gracias al Gobierno Colombiano y al Presidente Gustavo Petro por haberme concedido dicho asilo político”, escribió Martinelli a través de sus redes sociales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia confirmó en un comunicado oficial que el presidente Gustavo Petro otorgó el asilo político al exmandatario panameño, una decisión que fue notificada al gobierno del país vecino en observancia del principio pro persona y la tradición humanista de Colombia de proteger a perseguidos por motivos políticos.
Martinelli, condenado a más de 10 años de prisión por el delito de lavado de dinero, había solicitado asilo en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá el pasado 7 de febrero, intentando eludir una condena firme dictada por la justicia panameña.
La salida del país centroamericano marca un nuevo episodio en la prolongada crisis política y judicial que ha envuelto al expresidente desde que dejó el poder en 2014. Su figura ha sido objeto de múltiples procesos legales que han polarizado la opinión pública en Panamá.
La decisión del gobierno de Petro podría tensar las relaciones diplomáticas entre Colombia y Panamá, en momentos en que Martinelli sigue siendo una figura política influyente, a pesar de sus antecedentes judiciales.
En marzo pasado, Martinelli había intentado salir a Nicaragua, pero la dictadura Ortega-Murillo puso condiciones de última hora que le impidieron viajar.