La crisis institucional que atraviesa el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras ha tomado un nuevo giro tras la renuncia de la consejera Ana Paola Hall, un hecho que desató un cruce de acusaciones y aclaraciones entre el Partido Nacional y el Partido Liberal, reavivando la histórica rivalidad política entre ambas fuerzas a pocos meses de las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre.
Desde el Partido Nacional, su dirigencia calificó el cambio de postura de Hall como “una peligrosa incertidumbre” que pone en riesgo la credibilidad del CNE.
“La dirigencia liberal cedió, pero la democracia no caerá”, afirmó el Comité Central del Partido Nacional en un comunicado público, asegurando que detrás de la renuncia se ocultan intereses ajenos al bienestar de la patria y denunciando intentos sistemáticos de sabotear el proceso electoral.
“No se trata de una diferencia técnica ni de un debate jurídico. Lo que presenciamos es un intento sistemático por desmantelar la confianza ciudadana”, señala el texto difundido, en el que también se menciona a la consejera Cossette López Osorio como la única funcionaria que habría advertido sobre los riesgos institucionales desde hace meses.
Solo para aclararle a Honduras:
Cedió @APHall_CNE. No el @PLHonduras. Mucho menos @SalvaPresidente.
La postura de la Abogada Ana Paola Hall es personal y la tomó sin consultarle nada al partido o al candidato.
Sabemos que el gobierno le teme a Salvador Nasrralla pero… https://t.co/j4cEJAjvh3
— Jorge Cálix (@JorgeCalix) July 17, 2025
En contraste, desde el Partido Liberal, el diputado Jorge Cálix salió al paso de las declaraciones nacionalistas para deslindar de manera directa al partido de la decisión de Hall.
“Solo para aclararle a Honduras: cedió Ana Paola Hall, no el Partido Liberal, mucho menos Salvador Nasralla”, expresó Cálix, asegurando que la postura de la consejera fue estrictamente personal y que no refleja una línea partidaria.
“Sabemos que el gobierno le teme a Salvador Nasralla, pero lamentamos informarles que no lo van a parar”, agregó el parlamentario liberal, haciendo referencia al precandidato presidencial opositor que, según sectores políticos, estaría incomodando al oficialismo de cara a los comicios.
La tensión política se intensifica mientras persisten las dudas sobre la estabilidad del CNE y la transparencia del proceso electoral.
La renuncia de Hall ocurre en un contexto marcado por acusaciones de bloqueos internos, presiones políticas y cuestionamientos a la gestión del ente electoral. Para el Partido Nacional, se trata de un escenario que confirma sus advertencias previas; para el Partido Liberal, en cambio, se trata de un episodio aislado que no afecta su compromiso con las elecciones.
Mientras tanto, el clima político en Honduras se mantiene polarizado, con llamados a la comunidad internacional a prestar atención a los acontecimientos. Ambos partidos coinciden en una cosa: las elecciones del 30 de noviembre siguen en pie, pero el ambiente previo a la cita con las urnas es cada vez más incierto.