El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, fustigó este miércoles al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por las nuevas limitaciones a la comunicación gubernamental durante el periodo electoral, que entran en vigor mañana y estarán vigentes hasta los comicios del 1 de febrero de 2026.
Chaves calificó la medida como “un día triste para la democracia”, al considerar que restringe su capacidad de informar a la ciudadanía sobre los logros de su gestión.
“Me duele que lo que hasta ahora había sido un Tribunal Supremo de Elecciones inmaculado ya tiene mácula con esta ley mordaza. Se está quitando la posibilidad a un presidente electo por ustedes de comunicarse directamente con el pueblo”, declaró en su última conferencia de prensa semanal.
El mandatario reprochó que estas restricciones no habían sido aplicadas con el mismo rigor en gobiernos anteriores, y las atribuyó a un “capricho intelectual” del TSE.
Además, cuestionó que la autoridad electoral haya recurrido a resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre Nicaragua y Venezuela para justificar su decisión.
“La democracia que ellos dicen defender la están comparando con dos dictaduras comunistas”, afirmó.
Las prohibiciones incluyen la suspensión de campañas institucionales que resalten obras estatales, la difusión de mensajes oficiales en redes sociales y medios de comunicación, y la cancelación de las conferencias semanales de Chaves, que desde 2022 eran un canal directo con la ciudadanía.
El TSE argumentó que estas medidas buscan garantizar la equidad en la contienda y evitar que recursos estatales se utilicen en beneficio de un partido o candidatura. Sin embargo, Chaves insistió en que lo que hacen es limitar su rendición de cuentas: “Hoy es un día triste para la democracia. Nos silencian, cuando lo único que hemos hecho es informar con transparencia lo que hace este gobierno”.
El presidente también respondió a críticas sobre un supuesto intento de perpetuarse en el poder.
“Entregaré el poder el 8 de mayo del año 2026 a quien el pueblo de Costa Rica escoja. Se lo juro por mi santa madre que está en el cielo, yo entregaré el poder”, aseguró.
Chaves rechazó los señalamientos de autoritarismo: “Los que a mí me llaman dictatorial, lo que no les gusta es que les digan las verdades en la cara; los que me llaman autoritario no les gusta que conectemos el agua a la gente de Naranjo”, dijo en referencia al polémico proyecto La Esperanza, que generó críticas por presunta violación de la autonomía municipal.