Presidenta de la Corte Suprema de Honduras se compromete con extradición de narcotraficantes tras encuentro con diplomático estadounidense

En el encuentro también abordó el fortalecimiento del sistema judicial hondureño y la importancia de garantizar justicia para las víctimas.

Roy Perrin, encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Honduras, y Rebeca Ráquel Obando, presidenta de la Corte Suprema de Justicia.

La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras, Rebeca Ráquel Obando, sostuvo una reunión con el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, Roy Perrin, en la que abordaron temas clave relacionados con la cooperación judicial y la seguridad entre ambos países.

Durante el encuentro, Obando reiteró el compromiso del Poder Judicial hondureño en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, especialmente a través de la judicialización y extradición de personas involucradas en actividades ilícitas.

“La Corte Suprema continuará con la judicialización y extradición de personas vinculadas a actividades ilícitas”, afirmó la magistrada, al subrayar que la cooperación internacional es clave en los esfuerzos institucionales para fortalecer el sistema judicial.

Por su parte, Roy Perrin expresó el respaldo de Estados Unidos a las acciones emprendidas por el gobierno hondureño en materia de justicia y seguridad.

“Estamos comprometidos en fortalecer la cooperación entre nuestros países para combatir el crimen organizado transnacional y garantizar justicia para las víctimas”, indicó el funcionario estadounidense.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció el año pasado el tratado de extradición, alegando injerencia de Estados Unidos en decisiones internas políticas hondureñas, aunque después reculó. El conflicto surgió después que el cuñado de Castro, Carlos Zelaya, apareciera en un narcovideo pidiendo dinero, en 2013, para la campaña política de la ahora mandataria y luego que la entonces embajadora Laura Dogu criticara la reunión del jefe del Estado Mayor, Roosevelt Hernández, con Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela, un agente del narco, según Washington.

Exit mobile version