Nicaragua conmemora este 1 de marzo el Día Nacional del Periodista en un escenario incendiario para informar, en un país donde la dictadura ha cerrado medios de comunicación, confiscado instalaciones de periódicos y canales de tv, amenazado, arrestado y desterrado a reporteros y editores, pero donde los comunicadores han decidido ingeniárselas para continuar informando desde el exilio.
Los periodistas y medios independientes son blanco de los ataques del régimen de Daniel Ortega y su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, pero los periodistas que han tenido que dejar su país y se han exiliado en Costa Rica, Estados Unidos y otros países, dicen estar dispuestos a seguir dando la batalla por transmitir la verdad a los nicaragüenses.
“No tiramos los guantes. Nos amenazaron, encarcelaron, despojaron de todo, nos quisieron matar, nos desterraron, pero aún en el exilio seguimos resistiendo y haciendo periodismo desde acá, porque creemos en la libertad de expresión y de prensa, y porque sabemos que cuando informamos la verdad de los hechos le ganamos la batalla a la dictadura”, dice Lucía Pineda Ubau, de 100% Noticias y quien vive exiliada en Costa Rica.
Ella fue arrestada en diciembre de 2018, después que la policía de la dictadura interviniera el canal para el que trabajaba.
Los únicos espacios informativos actuales en Nicaragua son los afines al régimen. El decano del periodismo, La Prensa, dejó de circular ahogado por los ataques oficialistas que terminaron robando su edificio y todo el equipo para imprimir diarios. Ahora es editado desde el exilio e informa vía digital.
La batalla la dan en medios digitales
Luis Galeano, también exiliado pero en Estados Unidos, y quien mantiene un programa llamado “Café con voz” en YouTube, sostiene que “bajar la guardia y rendirnos y decir que no podemos seguir informando es lo peor que podemos decidir en un momento como este”.
Dice que cada nota publicada en algún medio de comunicación en digital, en redes sociales es una nueva derrota para la dictadura.
“No han podido callar a periodistas independientes, eso es ir ganando la batalla, es lo que hacemos”, dijo a Centroamerica360º.
Los ataques a los medios tradicionales en Nicaragua, acentuados desde abril de 2018 en el marco de las protestas populares que fueron sometidas a golpes y balazos por la fuerza pública del régimen, aceleró la evolución informativa en este país obligó al surgimiento de “espacios alternativos” (como le hubieran llamado los teóricos de las comunicaciones de finales del siglo anterior).
“El periodismo en Nicaragua ha tenido que estar innovando, renovando en redes sociales, en medios digitales. Es un terreno que no es dominado por la dictadura y es a través de este que se pudo desnudar todos los crímenes cometidos por el régimen en 2018”, comenta Wilfredo Miranda, uno de los tantos periodistas exiliados.
Preso político
Miguel Mendoza, un reconocido periodista deportivo quien estuvo encarcelado por 597 días por, precisamente eso, informar dijo a Centroamerica360º que “cuando estaba preso nunca me arrepentí de haber hecho lo que hice”.
“No cambiaría ni uno solo de mis días como periodista independiente por no haber estado en prisión. Asumí esa carceleada con mucha dignidad y ahora que estoy libre, exiliado, fuera de mi patria, alejado de mi familia, ahora más que nunca siento el valor de ser periodista para continuar en la batalla informativa. No soy ni militante ni aspirante a nada, soy periodista”, sostiene Mendoza, liberado el pasado 9 de febrero junto a otros 221 presos políticos.
Mendoza también sufrió el despojo de su nacionalidad junto a otros 316 opositores nicaragüenses. Actualmente está exiliado en Estados Unidos.
El Día del Periodista Nicaragüense fue instituido en 1964 en honor a Rigoberto Cabezas, quien fundó el primer diario de circulación nacional en el país.