Ni los hijos ni las parejas cercanas de la familia Ortega-Murillo parecen escapar al férreo control y represión de la co dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo.
En los últimos días, su hijo Juan Carlos Ortega Murillo y su pareja, la ex Miss Nicaragua Xiomara Blandino, fueron apartados abruptamente de la dirección del Canal 8 de televisión y del círculo íntimo de la dictadura, confirmaron fuentes cercanas al medio.
Tras casi una década al frente de Canal 8, Juan Carlos fue desplazado por orden directa de Murillo, quien también vetó a Blandino como imagen del programa oficialista “Nicaragua Emprende”.
El nuevo director de la televisora es otro de los hijos del matrimonio, Daniel Edmundo Ortega, que ha consolidado su control sobre el aparato mediático oficialista.
Según periodistas en el exilio, la caída en desgracia de la pareja responde a un viaje no autorizado de Blandino a República Dominicana el pasado febrero.
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Rosario Murillo implacable y cruel
“Un gesto que en cualquier familia sería irrelevante, en la dinastía Ortega-Murillo se interpreta como una afrenta directa al poder supremo de la codictadora”, explicó el cronista desterrado Miguel Mendoza.
Blandino, Miss Nicaragua 2007, habría regresado a la casa de sus padres junto a sus tres hijos, dos de un matrimonio anterior y uno con Juan Carlos Ortega.
Por su parte, él permanece en El Carmen, residencia de la familia presidencial, aunque sin funciones visibles ni participación en actividades públicas.
El episodio recuerda otros casos de nueras y familiares relegados, como el de Yadira Leets, exesposa de Rafael Ortega, quien abandonó el país con parte de sus hijas y desde el exilio ha denunciado restricciones para mantener contacto con los hijos que quedaron en Nicaragua.
La expulsión de Juan Carlos Ortega y Xiomara Blandino muestra que, en la lógica de la pareja gobernante, ni la lealtad filial ni los vínculos de sangre ofrecen garantías frente al poder absoluto que ejerce Rosario Murillo sobre el clan familiar y el aparato estatal.