A solo un mes de las elecciones generales del 30 de noviembre en Honduras, el candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, continúa encabezando la intención de voto, según la última encuesta “Termómetro Electoral”, elaborada por el Instituto de la Justicia junto a la firma internacional Le Vote, publicada este jueves por los diarios La Prensa y El Heraldo.
El estudio posiciona a Nasralla con un 26 % de preferencia a nivel nacional, seguido por Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, con 20 %, y Rixi Moncada, del oficialista Partido Libre, con 16 %. Más abajo figuran Nelson Ávila, del Pinu, con 2.3 %, y Mario Rivera Callejas, de Democracia Cristiana, con apenas 1 %.
En cuanto al voto decidido, el respaldo a Nasralla asciende a un 40 %, mientras que Asfura baja de 33 % a 31 %. Moncada, por su parte, sube de 23 % a 25 %. Esta es la segunda entrega del estudio, realizada entre el 22 y el 27 de octubre a 2,033 personas en más de 220 municipios de los 18 departamentos del país.
El informe muestra que un 11 % de los hondureños no desea que ninguno de los actuales candidatos llegue a la presidencia, mientras que el 24 % no sabe o prefirió no responder. En comparación con la primera entrega del 16 de octubre, Nasralla se mantiene con 26 %, Asfura baja un punto y Moncada sube dos.

Nasaralla fuerte en zonas urbanas y jóvenes
La encuesta confirma que Nasralla es más fuerte en zonas urbanas, con un 29 % de apoyo, frente al 23 % de Asfura en áreas rurales. Entre los votantes jóvenes de 18 a 29 años, Nasralla lidera con 30 %, mientras que Asfura concentra mayor respaldo (23 %) en personas mayores de 50 años.
Según el Instituto de la Justicia, la encuesta fue telefónica, voluntaria y confidencial, sin incentivos, y que su diseño metodológico tiene un margen de error de ±2.18 % y un 95 % de nivel de confianza. La muestra fue revisada por siete expertos internacionales, incluyendo académicos de las universidades de Michigan, Vanderbilt, Washington y Salamanca.

Temor de fraude
Pese a la estabilidad en la intención de voto, el estudio evidencia un deterioro en la confianza hacia el proceso electoral.
La percepción de fraude aumentó del 46 % al 54 % entre ambas rondas de la encuesta. Solo el 12 % cree que las elecciones serán “muy limpias”. Aun así, el 62 % aseguró que sí acudirá a votar, una leve alza frente al 61 % registrado anteriormente.
Solo un 27 % de los encuestados cree que el Consejo Nacional Electoral (CNE) reflejará fielmente los resultados. Un 30 % expresó no confiar en el CNE, mientras que un 34 % se mantiene indeciso.
La encuesta también revela que el 12 % de los hondureños afirmó haber recibido dinero, mejoras en su casa o promesas de empleo a cambio de su voto. El 43 % dijo haber visto desinformación durante la campaña, especialmente entre personas con nivel educativo medio.
En el ámbito social, un 15 % de los hondureños admitió haber roto vínculos familiares o de amistad por diferencias políticas, siendo más común en las zonas urbanas.
Aunque Nasralla mantiene la delantera, la encuesta refleja un electorado dividido, entre el deseo de un cambio político y una profunda desconfianza en las instituciones.
 
  
  
 







