Mulino se reúne con embajadora de Nicaragua y envía mensaje a Ortega sobre Martinelli

El caso de Ricardo Martinelli, quien se refugia en la embajada sandinista para escapar de su condena carcelaria por corrupción, es un quebradero de cabeza para el presidente José Raúl Mulino, su amigo. El mandatario confirmó reuniones con la diplomática sandinista.

Opositores nicaragüenses fustigan asilo de la dictadura Ortega-Murillo a Martinelli

Ricardo Martinelli gobernó Panamá entre 2009 y 2014. Está condenado a más de 10 años por blanqueo de capitales. Se refugia en la embajada de la dictadura de Nicaragua.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se reunió con la embajadora de Nicaragua, Jessica Padilla Leiva, a quien entregó un mensaje personal dirigido al dictador nicaragüense, Daniel Ortega. 

Aunque no reveló el contenido, el tema central de la conversación sería el asilo otorgado por Managua al expresidente panameño Ricardo Martinelli, condenado por lavado de dinero y corrupción.  

Martinelli, quien gobernó Panamá entre 2009 y 2014, se refugió en la embajada de Nicaragua en la capital panameña el 7 de febrero de 2024, luego de que la Corte Suprema confirmara su sentencia a más de 10 años de prisión.

Su permanencia en la representación diplomática ha generado tensiones entre ambos países, en especial por sus declaraciones en redes sociales, donde ha insistido en su inocencia y ha criticado a la justicia panameña.  

En su conferencia de prensa de este jueves, Mulino confirmó la reunión con Padilla Leiva en el Palacio de Las Garzas y reiteró que el gobierno panameño continúa explorando una solución. 

“Se abordarán muchos temas que no se podían discutir con la anterior embajadora. Ahora los vamos a tratar, y el salvoconducto es uno de ellos”, indicó el mandatario.  

Tensiones por el asilo y la actividad política de Martinelli

Mulino ha manifestado su malestar por el activismo de Martinelli desde la embajada nicaragüense y recordó que su gobierno ya había llamado la atención de la anterior embajadora, Consuelo Sandoval, una antigua propagandista sandinista, por permitir que el exmandatario convirtiera la sede diplomática en un espacio de confrontación política.  

Jessica Padilla Leiva, embajadora de la dictadura de Nicaragua en Panamá.

“Cuando llamas a un embajador a la Cancillería es porque el tema es serio”, explicó Mulino al referirse a los reclamos dirigidos a la representación nicaragüense en Panamá. 

En ese sentido, el canciller panameño, Javier Martínez Acha, confirmó que su despacho había solicitado a la embajada de Nicaragua que limitara el asilo de Martinelli a su protección y evitara que la sede diplomática se convirtiera en un “foco de reuniones políticas”.  

La sustitución de Sandoval por Padilla Leiva en diciembre pasado, en medio de la controversia, fue interpretada como un intento de Ortega por reorganizar su representación en Panamá ante el incremento de la presión diplomática y la ineficacia diplomática de la veterana propagandista que fungía como “diplomática”.  

Mulino: “Nicaragua no tiene ni Dios ni ley”

El mandatario panameño ha expresado su frustración por la falta de respuesta del régimen de Ortega. 

“Hay que entender que no estamos tratando con un país común y corriente, respetuoso del derecho internacional. Este no respeta ni el internacional, ni el interno, ni ningún derecho en Nicaragua”, declaró Mulino recientemente.  

El gobierno panameño mantiene su intención de negociar un salvoconducto que permita la salida de Martinelli a Nicaragua, aunque hasta el momento no hay señales de que Ortega esté dispuesto a concederlo.

Mientras tanto, la situación se mantiene en un punto muerto, con la presencia del expresidente en la embajada nicaragüense como un factor de tensión en las relaciones entre ambos países.

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