El obispo nicaragüense Rolando Álvarez fue liberado por la dictadura de Nicaragua y está “bajo resguardo” en la Conferencia Episcopal de este país, confirmaron varias agencias informativas internacionales, citando fuentes diplomáticas.
Monseñor Álvarez está condenado a 26 años de cárcel por diferentes delitos relativos a “traición a la patria” y es uno de los prisioneros políticos más emblemáticos de un régimen que ha atropellado no solo a la oposición política, sino también a la Iglesia Católica, ONG, universidades y la empresa privada.
Otros 3 sacerdotes que permanecían recluidos en la cárcel de Tipitapa, en Managua, también fueron liberados de acuerdo a medios noticiosos nicaragüenses.
Álvarez, de 56 años y obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, fue sacado de una prisión de máxima seguridad conocida como “La Modelo”, estuvo prisionero desde febrero sin que se tuviera mayor información sobre él.
La liberación del religioso ocurrió, de acuerdo a lo que reportó la agencia noticiosa EFE, tras negociaciones entre la dictadura de Daniel Ortega, el Vaticano y el Episcopado.
Desde el martes 4 de julio se rumoró su excarcelación y se mencionó que podría ser exiliado a Roma.
“Monseñor Rolando Álvarez no quiere salir de Nicaragua. Quiere ser libre, sin condiciones, en su país”, escribió el obispo hondureño José Antonio Canales. Él le ha dado seguimiento al caso.