Celso Gamboa Sánchez parecía la historia del sueño costarricense con hitos inéditos para su país. Una carrera académica brillante, puestos relevantes en los poderes Ejecutivo y Judicial y hasta rumores de que se convertiría en presidente de Costa Rica.
Pero el sueño quedó hecho trizas al alcanzar un hito pero del lado negativo. Podría convertirse en el primer ciudadano costarricense en ser extraditado a Estados Unidos por acusaciones de narcotráfico.
Con una carrera destacada en el ámbito judicial y político, Gamboa se perfiló como una de las figuras más prometedoras del país. Gamboa hizo una carrera envidiable en la vida pública, en el ámbito de la ley y la seguridad. Se formó como abogado con una maestría en criminología y doctorados en Derecho Penal e Inteligencia Policial. Su carrera pública comenzó en el Ministerio Público, donde fue fiscal adjunto en las provincias de Limón, Alajuela y San José.
Rápidamente escaló posiciones hasta convertirse en una figura reconocida dentro del sistema judicial. Fue viceministro de Seguridad Pública durante la administración de Laura Chinchilla, fue también director de Inteligencia y Seguridad Nacional y Viceministro de la Presidencia en 2011. Luego fue ministro de Seguridad en el gobierno de Luis Guillermo Solís (2014-2015). Luego ascendió a fiscal general adjunto del Ministerio Público y en 2016, con solo 39 años se convirtió en el magistrado más joven que ha tenido la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, siendo electo como magistrado de la Sala Tercera, dedicada al ámbito penal. Su elección fue la consolidación de una acelerada carrera a la cima y la consolidación de su poder dentro del sistema judicial.
Su trayectoria fue tan reconocida que llegó a ser galardonado como “funcionario público destacado” por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), y su nombre figuraba entre los posibles aspirantes a la presidencia.

La caída
Pero dos años y 59 días después de ser electo magistrado su caída fue abrupta, Gamboa fue destituido por la Asamblea Legislativa por una serie de presuntos delitos relacionados a su nexo con el empresario importador del cemento chino, Juan Carlos Bolaños, en el escándalo conocido como el Cementazo en 2018.
En “El Cementazo”, Gamboa fue señalado por presuntas influencias indebidas para facilitar trámites financieros y aduaneros. Gamboa fue investigado por un aparente viaje irregular a Panamá en compañía de uno de los empresarios señalados, y por supuestamente ocultar vínculos personales y políticos en decisiones judiciales.
En el caso del cohecho, la pieza acusatoria señala que Gamboa recibió como dádiva un viaje a Panamá, con los gastos de boleto aéreo y hospedaje cubiertos por el grupo económico de Bolaños; este se realizó del 09 al 10 de octubre del 2016, cuando ocupaba el puesto de magistrado de la Sala Tercera.
También se le mencionó en un supuesto delito de tráfico de influencias a favor del entonces alcalde de San José, Johnny Araya. La investigación indicaba que, al parecer, Gamboa usó su influencia para pedir que se eliminara el nombre de Araya de un expediente judicial.
De defensor de narcotraficantes a extraditable
Tras su destitución, Gamboa regresó al sector privado y fundó su propio bufete, “Celso Gamboa & Asociados”, donde fue representante legal y defensor de diversos sujetos detenidos en el país por narcotráfico, entre ellos figuras como James Wilson, alias “Turesky”, y González Hernández, alias “Pancho Villa”, ambos vinculados a operaciones de tráfico de cocaína hacia Europa.
Gamboa defendió también al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando un grupo de ciudadanos venezolanos se apoderaron de la Embajada de Venezuela en Costa Rica, en el 2019.
Además de litigar como defensor de narcotraficantes, también apareció como presidente del equipo de fútbol Limón Black Star F.C. hasta 2022.
Finalmente Gamboa fue detenido en San José la noche del 23 de junio. Parece que su captura lo tomó desprevenido. La detención conmocionó a la sociedad costarricense.
Según el director del OIJ, Randall Zúñiga, la captura de Gamboa responde a una solicitud formal de un tribunal en Dallas, Texas, por presunto tráfico internacional de drogas. Se trata de una captura provisional con fines de extradición, autorizada por un juez costarricense.
“El delito que refieren en la solicitud es por tráfico internacional de drogas presuntamente. Esto ante una solicitud de un juzgado de Dallas, Texas”, indicó Zúñiga.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la solicitud se relaciona con una investigación por narcotráfico, que lo ubica como parte de una estructura delictiva de alcance internacional.
La extradición de Gamboa es posible gracias a la reforma del artículo 32 de la Constitución Política de Costa Rica, que permite entregar nacionales acusados de delitos como narcotráfico o terrorismo. Ahora, será un Tribunal Penal el que deberá evaluar si se cumplen todos los requisitos legales para concretar su traslado a territorio estadounidense.