La reciente gira por Centroamérica de la izquierdista presidente de Honduras, Xiomara Castro, tiene una razón extra detrás del discurso de “rescate del Sistema de Integración Centroamericano”: promover la figura de su esposo y ex mandatario Manuel Zelaya como candidato a ocupar el cargo de Secretario General del organismo.
Zelaya sería además el candidato de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, consciente que ninguno de los candidatos nicaragüenses que promueve son aceptables para la mayoría de países de Centroamérica.
Fuentes diplomáticas y gubernamentales de Costa Rica y Guatemala han revelado que la visita de Castro al presidente costarricense Rodrigo Chaves y al presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, tuvieron por objetivo oculto cabildear a favor de Zelaya.
Castro además de Costa Rica y Guatemala, visitó El Salvador y República Dominicana, países que pertenecen al foro desde su fundación en 1991, junto a Honduras, Nicaragua, Panamá y Belice.

Castro es la presidenta pro-témpore del SICA pero termina su periodo en junio y el 1 de julio toca entregar a Nicaragua, país que había anunciado su rechazo, pero luego reculó y aceptó asumir el periodo.
De acuerdo con las fuentes de la diplomacia salvadoreña, Castro promueve la figura de Zelaya como opción principal para ocupar el cargo vacío que ocupaba un funcionario de la dictadura de Nicaragua.
Además, Zelaya sería pieza dócil de los Ortega-Murillo, que lo apoyaron económica y políticamente tras el golpe de Estado de 2009.

Dudas sobre la Secretaría del SICA
Durante las últimas semanas, varios medios regionales informaron que la visita de Castro tenía el objetivo de interceder en la elección del nuevo secretario general del SICA.
La secretaría general del SICA está vacante desde noviembre de 2023, cuando el abogado nicaragüense Werner Vargas fue obligado a renunciar al cargo. La renuncia fue anunciada por el canciller orteguista, Denis Moncada Colindres y los presidentes no recibieron ninguna carta de renuncia de Vargas.
En los últimos días ha circulado la versión que Vargas habría enviado una carta recientemente a los presidentes centroamericanos reafirmando su renuncia. Pero ni los presidentes ni los funcionarios del SICA parecen creer que Vargas ha escrito libremente la carta.

Posteriormente, el dictador de Nicaragua propuso a su ministro asesor, Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker, como nuevo secretario general del SICA, una candidatura que ha sido controvertida y rechazada por los países miembros por los oscuros antecedentes de Jaentschke como agente de espionaje y vigilancia política de la dictadura Ortega-Murillo.
Otros candidatos nicaragüenses incluyen a Violeta Irías Nelson y la diputada Irís Marina Montenegro Blandón, todos militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización de carácter político-militar encargado de la represión en Nicaragua.
Castro en su discurso de la gira recurre a la importancia de revitalizar el SICA como un mecanismo para enfrentar desafíos comunes en la región, pero a la vez trata de incidir en la promoción de su esposo Manuel como candidato a liderar el SICA.