La Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) presentó su informe trimestral sobre violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua, correspondiente a los meses de abril, mayo y junio de 2024.
El informe destaca un incremento en las agresiones contra periodistas, incluyendo amenazas de cárcel y censura a profesionales retirados y oficialistas.
Según FLED, durante este trimestre se documentaron 34 casos de agresiones a la libertad de prensa, siendo los “discursos estigmatizantes” el indicador más recurrente.
“El Gobierno de Nicaragua utiliza a sus voceros oficialistas para desacreditar el trabajo de los periodistas independientes”, explica el informe.
Uno de los patrones de estas agresiones incluye visitas intimidatorias de agentes policiales y paramilitares a periodistas.
“A varios de ellos los han amenazado con llevarlos a la cárcel si no responden sus preguntas o no asisten a las citas; la mayoría son periodistas de la tercera edad, que actualmente ni siquiera laboran y padecen de enfermedades crónicas”, añade el informe.
FLED reveló que 17 periodistas se vieron obligados a exiliarse en este periodo, elevando a 263 el total de profesionales de la comunicación que han salido del país desde abril de 2018 debido a la persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Apagón informativo en Nicaragua
La organización denunció que en ocho departamentos del país, además de las dos regiones autónomas, el periodismo independiente prácticamente ha desaparecido.
FLED sumó a Granada a la lista de departamentos donde los medios de comunicación solo presentan noticias de sucesos y contenido neutro facilitado por las alcaldías, sin análisis ni cuestionamientos.
“Con este caso, contabilizamos que ya en 47% del país no existe práctica periodística independiente”, resalta el informe.

Propagandistas bajo amenazas
El informe de FLED también revela que los periodistas oficialistas están siendo amenazados y censurados.
“Recibimos reportes que indican que a los periodistas oficialistas de los diferentes departamentos se les ha prohibido cubrir servicios sociales o denuncias ciudadanas, y se les ha amenazado con encarcelarlos si violan esta disposición”, indica el reporte.
Un periodista oficialista, que habló bajo condición de anonimato, comentó: “Se nos ha prohibido la apertura de líneas telefónicas para que la ciudadanía exprese sus opiniones; ahora la modalidad es enviar audios, los cuales son evaluados previamente”.
Otros periodistas oficialistas mencionaron sentirse inseguros incluso en sus propios hogares: “Uno no sabe, en cualquier momento una patrulla llega a tu casa, te saca o te agarra en las calles y uno no sabe por qué”, expresó un comunicador.
Llamado a la comunidad internacional
FLED demandó la liberación inmediata del periodista Víctor Ticay y de todas las personas encarceladas por ejercer sus libertades fundamentales.
“La cultura de censura, exilio, amenazas y restricciones contra el periodismo independiente y las voces críticas se mantiene en Nicaragua”, concluye el informe.
La organización hace un llamado a la comunidad internacional para que intensifique la presión sobre el régimen de Ortega y Murillo, con el fin de restaurar la libertad de prensa y proteger los derechos de los periodistas en Nicaragua.