A 5 meses de las elecciones generales en Honduras, el ambiente político se ha enrarecido. Los principales partidos se acusan mutuamente de intentar fraguar un fraude electoral, lo que ha encendido las alarmas entre analistas y ciudadanos.
Expertos advierten que este cruce de señalamientos solo contribuye a debilitar la confianza de la población en el proceso electoral.
“El propósito es crear un ambiente positivo, no contribuir con declaraciones que desprestigian el proceso con especulaciones absurdas”, señaló el analista político Olban Valladares.
Valladares, también empresario, alertó sobre el riesgo de que el electorado, hastiado de los conflictos políticos, termine absteniéndose de participar.
“Esta situación debe manejarse con extrema prudencia y responsabilidad ciudadana. No se trata de medir fuerzas, sino de llegar a noviembre con un proceso creíble y cuyos resultados sean aceptados”, subrayó.
Disputa por el sistema de transmisión de resultados
El conflicto tomó fuerza luego de que el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobara, por mayoría de 2 a 1 los términos de la licitación para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (Trep), desde entonces, los partidos han intercambiado fuertes acusaciones.
El oficialismo acusó al Partido Liberal y al Partido Nacional de aliarse para exigir la verificación manual de las actas, una medida que durante las primarias fue impulsada por el partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) y rechazada entonces por los mismos opositores.
“Para las primarias era Libre quien pedía revisar las actas sin biométrico y el Partido Nacional se oponía. Hoy es al revés: el Partido Nacional exige validación manual y Libre confía en el sistema sin intervención humana”, explicó el analista Héctor Soto.
Según lo aprobado, el modelo permitirá la verificación manual en tiempo real, sin retrasar la divulgación de los resultados, además, los transcriptores no tendrán acceso a la identificación de las actas, lo que busca evitar cualquier manipulación.
“Lo importante es que la tecnología cuente con medidas preventivas para que ni ciudadanos ni representantes partidarios alteren los resultados plasmados en las actas”, afirmó Denis Gómez, exmagistrado del desaparecido Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La incertidumbre crece mientras se acerca la cita en las urnas, y muchos temen que la desconfianza siga minando el interés de la ciudadanía en participar.