Tensión entre gobierno e iglesias enciende debate político y religioso en Honduras

Rixi Moncada, candidata presidencial de Libre, en Honduras, en un templo católico. La visita sin autorización de la política generó reclamos de parte de la Iglesia Católica.

La política y la religión vuelven a chocar en Honduras tras algunos eventos que han generado controversia y encendido el debate sobre la libertad religiosa y la democracia. Dos hechos recientes han puesto al partido oficialista Libre en el centro de las críticas: la participación de la candidata presidencial Rixi Moncada en un templo católico, y las declaraciones del comisionado Miguel Briceño contra la Confraternidad Evangélica de Honduras.

Ambos episodios ocurrieron este sábado. Briceño pidió públicamente retirar la personería jurídica de la Confraternidad Evangélica. La solicitud surgió luego de que el pastor Gerardo Irías, presidente de la entidad religiosa, hiciera declaraciones críticas sobre el rumbo del país bajo el gobierno actual. Durante un evento, Irías expresó: “Libre se convirtió en un mal necesario… pero hoy tenemos el riesgo más grande. No hay cosa más triste que darle poder a un pobre”.

Briceño, en su cuenta de X (antes Twitter), reaccionó con dureza:

“El presidente de la Confraternidad Evangélica ataca a Libre. Hoy más que nunca iremos los colectivos a la caminata política. Exigimos respeto, suspensión de la personería jurídica a la CEH y de la iglesia donde él es pastor”.

La oposición reaccionó de inmediato. La diputada Maribel Espinoza denunció lo que consideró una persecución contra las iglesias.

“Para Libre no importa que la Constitución garantiza la libertad religiosa. ¿Ahora comienza la persecución contra las iglesias? La democracia está en peligro”, advirtió.

Otra causa de controversia

A esto se suma otro evento que ha causado controversia: la presencia de la candidata Moncada en un templo católico de Amapala, donde ingresó a un templo religioso sin autorización, lo que provocó el reclamo de la diócesis. Este hecho fue interpretado por sectores opositores como un intento de instrumentalizar espacios religiosos con fines partidarios.

El general retirado y prófugo Romeo Vásquez Velásquez también se pronunció.

“Los socialistas en el poder atacan a la Iglesia porque no soportan la verdad. Les molesta que se les recuerde que llegaron sin nada y hoy son nuevos millonarios”, declaró, señalando que el gobierno de Libre ha roto los límites entre política y religión.

Organizaciones religiosas y civiles han comenzado a expresar su preocupación. Para ellas, los ataques oficiales podrían vulnerar el principio constitucional de libertad religiosa, consagrado en la Carta Magna de Honduras.

La reacción del gobierno y de líderes oficialistas ha generado un efecto inmediato en redes sociales y medios de comunicación, donde el tema se ha vuelto tendencia. Analistas consideran que esta nueva tensión podría afectar aún más el ya frágil equilibrio entre el poder Ejecutivo y los distintos sectores sociales.

La confrontación ocurre en un contexto político polarizado, a 4 meses de las elecciones generales-

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