El candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, denunció públicamente que su rival oficialista Rixi Moncada continúa utilizando bienes del Estado para promover su candidatura, a pesar de haber renunciado oficialmente a su cargo en el gobierno.
A través de sus redes sociales, Nasralla lanzó fuertes acusaciones contra Moncada, a quien señala de emplear helicópteros, vehículos blindados y medios de comunicación estatales como Canal 8 y Canal 20 para beneficio electoral, todo —según dijo— “pagado con el dinero del pueblo hondureño”.
“Rixi renunció de dientes para afuera, pero sigue mandando en el Ministerio de Finanzas y Defensa. Es candidata presidencial y al mismo tiempo administra fondos del Estado”, expresó Nasralla en una publicación reciente.
🚨¡No se dejen engañar!
Las mentiras que circulan sobre mí vienen del aparato propagandístico de Mel y Rixi. ¡No estoy en contra de los derechos de los maestros ni de los trabajadores! Los voy a defender siempre. ✊🇦🇹🇭🇳
Rixi renunció de dientes para afuera, pero sigue usando… pic.twitter.com/UTKTD43yGV
— Salvador Nasralla (@SalvaPresidente) June 13, 2025
El líder liberal también rechazó versiones que lo acusan de estar en contra de los derechos de los trabajadores, como el décimo tercer y décimo cuarto salario, señalando que tales afirmaciones forman parte de una campaña de desprestigio impulsada por el oficialismo.
“No estoy en contra de los derechos de los maestros ni de los trabajadores. ¡Los voy a defender siempre!”, afirmó, al tiempo que denunció que estas falsedades son parte de un “aparato propagandístico” controlado por el expresidente Manuel Zelaya y la actual candidata Rixi Moncada.
Nasralla advirtió a la ciudadanía sobre la difusión de estas acusaciones en redes sociales, llamando a no dejarse engañar y asegurando que él representa una alternativa comprometida con la transparencia y el respeto a las conquistas laborales.
La campaña electoral en Honduras se intensifica en medio de crecientes señalamientos de uso indebido de recursos públicos, en un contexto donde el control de instituciones estatales y medios oficiales se ha convertido en tema central del debate político. Hasta el momento, ni el gobierno ni la candidata oficialista han respondido formalmente a las acusaciones.